Cena de enamorados con sabor internacional

Sibarius es uno de los restaurantes más chic de nuestra ciudad. Su decoración en madera, tan confortable y un estilo decorativo que agrada a cualquier persona y más a las que les gusta sentirse cosmopolitas nos envuelve nada más entrar. Para este fin de semana de San Valentín se viste con sus mejores galas, pero con estilo, porque este lugar no tiene nada de empalagoso, es actual, interesante y apuesta por lo mejor. Este fin de semana nos ofrece un menú de lo más atractivo y apetecible que celebra por todo lo alto el amor y todas su sensaciones. Dulce, amargo, picante, chispeante, romántico...

En Sibarius, Carlos Navarro, su gerente, ha llevado a cabo lo que él soñaba. Todo es elegante pero discreto. Hay terraza con toldo y estufas, zona de barra y tapeo, restaurante, reservados para mayor intimidad, y una sala más amplia para celebrar cualquier evento.

Líneas de luces led en tonos malva conviven con velas, podríamos estar en cualquier lugar con estilo de Nueva York, Tokyo o Londres sólo que al salir nos encontramos con una plaza que no tiene nada que envidiar a ningún lugar del mundo: Bib-Rambla, que siempre asombra por su belleza y su estilo aunque la veamos a diario.

Para celebrar el amor, la pasión, el cariño, la amistad y también, por qué no, que estamos solos pero encantados se ha confeccionado un menú con una explosión de sabores y sensaciones como corresponde a una fecha tan cálida como el 14 de febrero. El jefe de cocina, Javier San José se ha esmerado.

Empezamos este menú de San Valentín con el aperitivo especial del chef, consistente en Chips de Camote con Carpaccio de Rabo de Toro, vinagreta de frutos rojos, manzana y pistacho. El camote es un tubérculo parecido al boniato, tiene un color anaranjado pálido.

Pasamos a una entrada que sabe al otro lado del Atlántico: Chupe de Gamba Roja con Bolitas Crujientes de Arroz. El primer plato también rinde homenaje a la fusión: Ensalada de ceviche apasionada con Pescado blanco y frutos tropicales, no falta el toque rojo valentiniano de la fresa. El segundo plato es muy original: carrillera de ternera en salsa de ostras y cerveza negra. Aquí, algo tan tradicional como la carrillera se funde con una salsa originalísima que le da un punto fantástico.

En el postre llega el romanticismo con una Tulipa con crema de queso fresco, fresa dulce y pica. Un romanticismo nada pesado, porque lo dulce se mezcla con el pica para ofrecer una sensación que no es la habitual. Las bebidas, a elegir entre botella de cava, vino blanco o tinto. Incluye agua mineral. El precio del menú completo, 40 euros.

Quien no quiera menú, la carta ofrece una estupenda variedad que va desde cocina mediterránea a esos platos que fusionan lo nuestro con otros sabores, dando lugar a propuestas a medio camino entre España, Japón e Hispanoamérica. Woks orientales de verduras, carnes como pollo o presa ibérica, estupendos arroces al carbón, tostas variadas, sopas de miso o de pescado, ensaladas o entradas tan nuestras como jamón ibérico, selección de quesos, tomate kumato o anchoas del Cantábrico. El tapeo es de calidad y el trato, coordinado por el jefe de sala Antonio García, de lo más agradable.

Hasta mañana domingo podremos disfrutar de este menú de San Valentín.