Centro del estudiante, B1 de inglés gratis... Promesas compartidas

Los dos candidatos al Rectorado de la Universidad de Granada, Indalecio Sánchez-Montesinos y Pilar Aranda, están evidenciando sus grandes diferencias en esta campaña, pero esta distancia es de altura, del modelo, de concepto y de feeling personal. Cuando bajan al terreno de lo concreto, de las promesas electorales, sus programas están cuajados de propuestas similares y hasta idénticas. El ejemplo más destacado es el de la gratuidad del certificado B1 de inglés para los estudiantes de la UGR.

El decano de Medicina propuso que la Universidad asumiera este gasto, pues es algo que se les exige a los estudiantes "y que puede generar desigualdad". Pilar Aranda hizo pública la misma promesa solo unos días después, con la consiguiente acusación de plagio por parte de Sánchez-Montesinos. Ella se defendió en el debate del pasado jueves diciendo que la idea estaba en su web desde Semana Santa, insinuando así que la copia podría haber venido de su oponente. Pero la cuestión es que una misma idea parte de dos conceptos diferentes. Indalecio Sánchez sostiene que "un estudiante no se matricula en la Universidad para aprender el B1 sino un grado; el B1 se ha convertido en un trámite". Y Pilar Aranda ve en los idiomas un eje fundamental en la formación de los alumnos en general, por lo que esta medida es clave en la "estrategia de internacionalización" de la UGR.

Y no es el único tema en el que se han cruzado críticas de plagio. Indalecio Sánchez propone la creación de la Ciudad del Estudiante en el Complejo Triunfo y Aranda llama a esta centralización de servicios Centro del Estudiante y propone ubicarlo en la Facultad de Medicina (tras su traslado al PTS).

Ambos candidatos coinciden en incentivar el plan propio de becas, en defender que los máster y los grados tengan el mismo precio, en rechazar la privatización de servicios, en abrir la Universidad a la ciudad, en limitar la carga docente de los profesores a 24 créditos (actualmente puede llegar a 32) y en las medidas para la promoción de la plantilla, su rejuvenecimiento y su estabilización.

Hay un aspecto donde muestran bastante discordancia, que es el de la descentralización de la política universitaria, pues el decano de Medicina propone dar más autonomía a cada centro y Aranda considera que "política de la UGR solo hay una". Curiosamente no ha sido éste un tema en el que hayan centrado el debate cuando han tenido oportunidad.