Dicen que es el mejor rejuvecenedor que existe. Los polifenoles del cacao gracias a su acción antirradical previenen los signos de envejecimiento y potencian la luminosidad de la tez. Quizás por eso haya algunos que culpan de su acné al consumo de chocolate. Pero no hay que sentirse culpable por comerlo. Aporta flúor a los dientes, hierro y magnesio al cuerpo y es el mejor sustituto del amor. Ahora su olor, considerado uno de los mejores, ha llenado la plaza Bib-Rambla. Esta semana y hasta el 26, los golosos pueden disfrutar de delicias artesanales de chocolate como la horchata, vasos de chupitos, fondues, miel, manteca o creps. Caliente, en tabletas o en cilindros son muchas las variedades que se presentan en el Festival del Chocolate Comes.

Desde Sueca, Valencia, la familia Comes-Melero, repite experiencia en Granada. Esta es la segunda vez que celebran en la capital la Semana del Chocolate. Con un horario que va de 11:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 23:00 horas, los asistentes podrán ver demostraciones de la elaboración artesanal del afrodisíaco, conocer su historia y las propiedades nutricionales, medicinales, además de cosméticas que derivan de él. Las materias primas que utilizan estos artesanos para elaborar los productos son naturales y ninguno lleva conservantes ni aditivos. Están hechos de manera tradicional, amasados a mano y con un metate (molino de piedra que usaban antiguamente los indígenas aztecas y los mayas).

Las actividades del Festival, dirigidas también al público infantil, se centran en talleres de maquillaje y pintura con chocolate además de proyectar la película Charlie y la fábrica de chocolate. Todo para crear un ambiente de fantasía en el que se integra la visita al pequeño museo itinerante aledaño a los puestos, que recrea el proceso de elaboración del producto. Las maquinarias, utensilios y herramientas forman parte de una muestra que podrán contemplar para conocer por dónde pasa el cacao hasta que llega a sus paladares. Para los adultos, Guillermo Moler, hijo de los dueños chocolateros, recomienda la chocolatada que se hará el jueves y la cata de distintos chocolates del viernes. "Soy el Willy Wonka español", comenta entre risas el valenciano. Y es que sus padres se han encargado de seguir con la tradición que en 1870 se inició con la familia Moler.