Elecciones 10N

Claves para seguir un debate electoral

  • La Casa del Estudiante de la UGR organiza un seguimiento de la cita de esta noche en el Ágora del V Centenario

Detalle de los pulsadores con los que se medirá el tiempo de cada candidato en el debate de hoy.

Detalle de los pulsadores con los que se medirá el tiempo de cada candidato en el debate de hoy. / David Fernández / Efe

Hoy, a las 21:30 horas, se realizará un seguimiento del debate electoral de los candidatos a las elecciones del 10N en el Ágora, un espacio ubicado en el Espacio V Centenario, nombre actual de la antigua Facultad de Medicina. Organizado por La Casa del Estudiante de la Universidad de Granada, se trata de un evento de entrada libre y gratuita hasta completar aforo.

Previamente a la emisión del debate electoral, tendrá lugar un pequeño coloquio entre estudiantes y profesorado especialista en la materia, encabezado por la profesora del departamento de Ciencia Política y de la Administración de la UGR, y directora de La Casa del Estudiante de la UGR, Giselle García Hípola. Para la experta, como para muchos de sus alumnos, el debate televisado supone una oportunidad excepcional para ver, en vivo y en directo, cómo se desarrollan algunas de las estrategias electorales que se analizan en clase. Del aula a la pantalla, y de lo que se ve en la pantalla, al análisis.

Esta noche diseccionarán “cómo se defienden, cómo construyen sus propuestas” y cómo las ofrecen al electorado. La primera clave: un debate no es determinante. “Nada lo es”, zanja García Hípola. Este encuentro entre los candidatos sirve, eso sí, para “matizar la opinión”.

¿Se sienten cómodos los candidatos en un debate? “Ellos saben que no están en su campo de juego”, en un entorno en el que todos los elementos son elegidos cuidadosamente para beneficiar su imagen. Y eso se nota. “Saben también que pueden meter la pata”, explica la profesora, que también añade que, pese a todo, “les conviene estar en el debate”.

El eje sobre el que pivotará buena parte del discurso es Cataluña, previsiblemente. “Sánchez sabe que van a ir a darle” desde todos los partidos de la oposición. El candidato, a su vez, hará valer muy probablemente que es el único de los presentes que tiene experiencia en La Moncloa.

¿Y las redes? “Albert Rivera quería estar en el anterior debate en las redes y romper la espiral de silencio”, apostilla García Hípola. “Cuando se habla de mí, soy una opción”, añade sobre la estrategia del líder de Cs en el anterior debate televisado. Es posible que hoy repita.

¿Qué dirá el lenguaje corporal? Interesa lo que dicen pero también cómo lo dicen. “Iglesias es el no candidato. Su imagen, sin corbata, pelo recogido en una coleta, le ha ayudado a construir su discurso”. En el otro lado, Santiago Abascal. “Siempre está muy derecho, rígido. Se muestra como el gran hombre”. Son dos ejemplos de cómo “la comunicación no verbal ayuda” a transmitir mensajes.

¿Y a quién interesa el debate? “La gente tiene decidida su conducta, pero la consistencia del voto no es como antes, cuando se decidía con mucho tiempo”, esgrime la experta. El interés está en que “es el único espacio en el que el ciudadano ve el enfrentamiento” entre los candidatos, que comparten espacio y tiempo. Ese aspecto es explotado, a su vez, por los medios. Según García Hípola, el tratamiento que se le da es “como una carrera, quién ha ganado”. Los efectos son bien reforzar las ideas que ya se tenían o movilizar. “Cuanto más competitivo, se ve mayor participación”, destaca la profesora.

Antes y después de la cita de hoy se habla del debate del debate. “Se aborda desde el sensacionalismo, el chascarrillo”. Un tratamiento que se magnifica a través de las redes sociales, sobre todo Twitter, destaca García Hípola, que concluye sobre la necesidad de una “cultura del debate”.

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