Colas para 'llenar la cartera' con los pellizcos de la lotería navideña

La mayoría de las administraciones de lotería de la capital viven estos días en la sobreabundancia de clientes. Los sorteos extraordinarios de cada período navideño saturan las entradas de estos -generalmente- pequeños establecimientos. Hace unas semanas, el motivo de las colas era un gasto: la venta de boletos para la Lotería de Navidad y de El Niño. Las hileras actuales se deben a lo contrario. Y es que los ciudadanos no pierden el tiempo cuando de cobrar lo poco que el azar les ha otorgado se refiere. Ayer fue la primera jornada en la que ya se pudieron recibir los pequeños premios de El Niño, y los loteros se vieron casi desbordados.

"Es lo que ocurre todos los años, los dos o tres primeros días después de El Niño es agobiante, todo el mundo quiere cobrar a la vez", manifestaron desde la Administración María del Carmen González-Simarro Rodríguez. Este local, sito en la calle Arabial, está ya acostumbrado a ello. Como indican, esa cantidad de gente es la "propia de todos los finales de Navidad". Esto, sin embargo, no ocurre sólo en los inicios de enero. Y es que el impulso en la afluencia de público viene siendo noticia desde principios de diciembre, con ciertos repuntes en períodos concretos. "Después de la Lotería de Navidad pasa lo mismo, vienen a cobrar lo poco que le haya caído y, casi todos, lo emplean para El Niño. Esos días viene otra avalancha de personas porque hay menos de dos semanas para adquirir décimos para el sorteo del 6 de enero", explicaron desde la misma administración.

La crisis, además, ha acentuado este fenómeno. La ciudad tiene la cartera vacía y aprovecha cada ocasión para tratar de llenarla. Así lo confirman desde la zaidinera administración de La Milagrosa, quienes aseguran que los agraciados por la suerte vienen a por sus premios "cuanto antes". Este establecimiento es famoso en el barrio por haber sido protagonista de la venta de varios 'Gordos' en diversos sorteos, pero las colas que llenaban ayer sus vitrinas no eran por nada parecido. "No es que hayamos dado un gran premio, es que hoy [ayer para el lector] era el primer día en el que empezábamos a dar lo conseguido en El Niño", reconocieron.

La necesidad aprieta y casi ninguna persona deja pasar un décimo que haya sido favorecido por una determinada cantidad, por reducida que sea. Hoy, igualmente, se esperan largas colas. El de las loterías es un sector que se ha visto algo trasquilado por la rígida coyuntura económica, aunque algo menos que otros. Pese a que el descenso no es tan pronunciado como en otros lares, el gasto medio en décimos se reduce año tras año.