Cuatro huesecillos "del tamaño de una almendra" para conocer el origen de Colón gracias a una investigación en la Universidad de Granada
investigación UGR
La UGR afronta un nuevo tramo en la investigación abierta en 2002 sobre el ADN del almirante
Se emplearán las últimas técnicas en identificación genética para conocer más detalles sobre el navegante
El salto tecnológico permite, ahora, abordar un nuevo episodio en el proceso investigador que se abrió en 2002, el mismo día en el que se exhumaron los restos de Cristóbal Colón en la Catedral de Sevilla y que, 19 años después, podrían revelar algún dato que permitiera fijar (o no) el lugar de origen del almirante. De rebote, parte de los restos de Colón podrán descansar en la Universidad de Granada.
El catedrático de Medicina Legal y Toxicología de la Universidad de Granada José Antonio Lorente presentó esta mañana, en un acto muy concurrido en el Hospital Real, lo que se prevé realizar en cinco laboratorios distintos durante las próximas ocho semanas, aproximadamente, con un presupuesto de 30.000 euros. Se analizarán los restos que se estima que pertenecieron a Colón (cuatro huesecillos “del tamaño de una almendra”, destacó el investigador), siete fragmentos más de Hernando Colón y otros doce de Diego, el tercer elemento para despejar la incógnita que rodea al navegante y que, al no haber sido nunca objeto de exhumación desde que recibieron sepultura en Sevilla, son fundamentales en este estudio. “Son una pieza clave”, añade Lorente, que recuerda que ese análisis se realizó entre 2004 y 2005 y se obtuvo un resultado “positivo” que apuntaba a una relación padre-hijo y hermano-hermano entre los restos de Cristóbal, Hernando y Diego.
Un trabajo que se ofrecerá en un documental
Los trabajos que se desarrollen en estas semanas se ofrecerán al público en forma de documental, que mostrará las distintas pruebas científicas y exhumaciones que en el curso de la historia se han realizado sobre los restos del descubridor. El documental alternará la investigación del ADN en tiempo presente con recreaciones históricas de la vida de Colón que tendrán como punto final el resultado aportado por Lorente. Entre las teorías que se mantienen en vigor sobre el origen del marino la más aceptada es la de que era genovés, pero también Portugal ‘lucha’ por hacerse con el honor de ser patria del almirante. Más locales son las teorías que dicen que Colón fue gallego, mallorquín, vasco o valenciano. Hay quien apunta a ascendencia elevada. Pudo ser hijo de una princesa portuguesa o del príncipe de Viana.
Más allá de aclarar si Cristóbal como portugués, italiano, vasco, gallego o mallorquín –son muchas las patrias chicas que se relacionan con el almirante–, Lorente destacó que la investigación permitirá avanzar en la transferencia de una tecnología que puede ser determinante para la extracción de ADN en restos muy deteriorados. Por los huesecillos de Colón han pasado 500 años y se ha conseguido extraer material genético suficiente como para trazar su filiación.
El trabajo, que además va a ser objeto de un documentar y una serie con la participación de Story Producciones y RTVE, comenzó hace casi dos décadas con Marcial Castro y expertos como Miguel Botella. En 2005 se consiguió extraer ADN, pero la tecnología no era lo suficientemente avanzada. “No era eficiente”, resume Lorente. Para extraer una mínima información era necesario emplear demasiado hueso.“Llegamos a una conclusión ética. No estábamos consiguiendo resultados”, recuerda el catedrático. Se decidió entonces esperar a que mejorara la capacidad de extracción de ADN y se consiguiera más información con menos material biológico.
Ese momento, según Lorente, ha llegado.
Se trabajará con cinco laboratorios.A dos de ellos, en Florencia (Italia) y Texas (EEUU) se les hará llegar parte de los huesos. Trabajarán a ciegas, sin saber qué hace el otro laboratorio.Cuando finalicen sus análisis, “nos reuniremos y podremos las cartas sobre la mesa”. Se espera comenzar en unas dos o tres semanas y que los primeros resultados estén en unos dos meses. El objetivo es ofrecer alguna conclusión el próximo 12 de octubre, fecha simbólica, al ser la efeméride de la llegada de Colón y su tripulación a América.Esos dos laboratorios tendrán ayuda de otros centros de investigación de Roma (Italia) y México, país puntero en la identificación de restos humanos.
“¿Qué se puede esperar?”. La pregunta la plantea y la responde el propio Lorente. “No es seguro que podamos tener ADN en cantidad y calidad suficientes”. Tampoco se obtendrá un DNI con los datos de nacimiento del almirante. Lo que se consiga se podrá cotejar con restos de otros individuos. Así, el ADN podrá compararse con el de los descendientes del príncipe de Viana (a quien una teoría atribuye la paternidad del marino). Con ese medio de “comparación directa” se podría determinar si Colón fue mallorquín. Si fue vasco, valenciano o gallego, afirma Lorente, lo tendrán que interpretar los historiadores.
Sobre lo que ocurrirá tras el análisis, las conclusiones y los posibles artículos científicos, Lorente avanzó que el compromiso con la Catedral de Sevilla es devolver los restos, aunque una parte de Colón podrá “quedarse” en la Universidad, donde, por cierto, han estado desde 2003.La Facultad de Medicina cuenta con una excepcional osteoteca con huesos de más de 5.000 individuos y que fue creada por Miguel Botella.
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