Comprometidos con la Alhambra

El primer sí quiero que tendrán que pronunciar los novios que quieran casarse en el templo barroco de Santa María de la Alhambra no se lo darán a su pareja, sino al monumento. El Patronato de la Alhambra y el Arzobispado de Granada han creado un grupo de trabajo encargado de elaborar un decálogo con las condiciones que deberán firmar y respetar las parejas que deseen casarse en el citado templo con el objetivo de que la repercusión de la celebración sobre el patrimonio sea mínima.

Dicho decálogo establece la imposibilidad de tirar arroz o cualquier semilla a los novios ya que esta práctica atrae a las palomas y contribuye al deterioro del monumento. No podrán lanzarse fuegos artificiales ni material pirotécnico y el tráfico de vehículos estará restringido. Sólo podrán acceder a la puerta del templo dos coches: uno con la novia y otro con el novio, y deberán bajar en uno solo. El resto de invitados tendrá que acudir a la boda en transporte público o dejar su vehículo en el aparcamiento de la Alhambra.

"En principio ha habido buen entendimiento con el Arzobispado, ellos también son muy sensibles con el patrimonio puesto que también son gestores", manifestó la secretaria general del Patronato de la Alhambra, Victoria Chamorro.

En principio sólo se celebrará una boda por las tardes los viernes y los sábados en horario de 17:30 a 19:00 horas en los meses de noviembre a febrero y de 19:30 a 21:00 horas entre los meses de marzo y octubre. De forma experimental se permitirá en temporada baja un matrimonio más los sábados por la mañana entre las 13.00 y las 14:30 horas.

Todos estos requisitos han quedado definidos en un documento suscrito tanto por el Patronato de la Alhambra como por el Arzobispado. Ambas partes han creado un grupo de trabajo que medirá el impacto de los casamientos en el monumento, después de que el Arzobispado autorizara su celebración en la iglesia renacentista a partir del 1 de mayo de este año, una práctica que no se oficiaba en Santa María de la Alhambra desde hace 15 años.

Dicha comisión está formada por un arquitecto conservador de la Alhambra, el jefe del departamento de servicio y la secretaria general. Por parte del Arzobispado formará la comisión un delegado de patrimonio y dos asesores.

"Iremos observando cómo funciona el proyecto y corrigiendo los usos para que la gente se encuentre lo más cómoda posible y para que el impacto sobre el patrimonio sea mínimo", apuntó la secretaria general del Patronato.

A principio del pasado mes de febrero la Iglesia anunció su intención de abrir Santa María de la Alhambra y la Cartuja para celebrar bodas. Tras una reforma del templo de Santa María de la Alhambra, que se ha prolongado durante varios años, en Cartuja sólo se han oficiado desde 1994 bodas de forma excepcional y con el requisito indispensable de ser feligrés de la parroquia de San Isidro, una condición que ahora no será tenida en cuenta. Así, a partir del 1 de mayo ambos templos volverán a acoger nupcias. Las fechas deberán reservarse en la Secretaría General del Arzobispado.