Condenado a 20 años de cárcel por abusar de sus dos hijastras menores

Los peritos confirmaron que las niñas, que sufrieron episodios desde los 3 y 5 años, habían sido desvirgadas · El individuo, vecino de un pueblo del Cinturón, está preso

Este caso fue investigado por el juzgado de Instrucción 4, que se halla en la Caleta.
Este caso fue investigado por el juzgado de Instrucción 4, que se halla en la Caleta.
Y. H. / Granada

27 de noviembre 2011 - 01:00

Los folios de esta sentencia, dictada por la Sección Segunda de la Audiencia de Granada este verano, contienen un relato de hechos probados que deja casi sin palabras. La resolución, que aún no es firme, pues ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo (TS) por su protagonista, describe las barbaridades que éste, un granadino de iniciales R.C. y de unos 30 años, hizo a sus dos hijastras, a las que sometió a abusos sexuales diversos desde que tenían 3 y 5 años. La condena fijada es acorde con la gravedad de los hechos: 20 años de prisión.

El caso fue enjuiciado por la Audiencia Provincial de Granada, que ha considerado los hechos dos delitos continuados de abuso sexual, imponiéndole por cada uno 9 años y medio de cárcel. La pena restante, el año de prisión que falta, lo fija el tribunal por un delito de exhibicionismo, también cometido por el acusado contra su única hija biológica, que siendo también muy pequeñita presenció lo que hacía con sus dos hermanastras.

Según consta en el relato de hechos probados de la sentencia, el individuo, que se encuentra preso desde marzo del año pasado, mantenía desde 2000 una relación con una mujer que tenía dos hijas de otro matrimonio. Al final se casó con ella en 2008. Tras su unión nació otra niña, que no llegó a sufrir los abusos a los que su padre sometió a sus hermanastras, las cuales siguen siendo menores de edad.

La relación que R. C. tenía con las pequeñas era de un padre normal, "ya que las mantenía, cuidaba, educaba y velaba". Sin embargo, no lo era. Desde muy pequeñas, empezó a abusar sexualmente de ambas: una tenía sólo tres años y la otra cinco. La Audiencia subraya que "al principio de la convivencia", el acusado "apetecía a las niñas sexualmente", comenzando entonces sus abominables actos.

A la hijastra más pequeña, un día de verano, cuando estaba en el salón de casa solamente con el bikini, "la desnudó y le introdujo la lengua en la vagina y le metió los dedos en dicho órgano mientras le pedía que le masturbara, lo que en principio no logró". Este episodio, según agrega el fallo, "se repitió en incontables ocasiones".

A la otra cría, comenzó a tocarla con 5 años. Primero, ponía delante de ella películas pornográficas y luego se bajaba los pantalones y la obligaba "a tocarle el pene cogiéndole la mano". A ella también le metió los dedos. Esta situación se produjo "en numerosas ocasiones", casi siempre cuando estaba sola, pero a veces también estaban presentes o su hija biológica o la otra hijastra. Con esta cría tuvo acceso carnal por vía anal una vez y dos por vía vaginal.

Los peritos confirmaron que las dos hijastras tenían "desgarro antiguo del himen de dirección horizontal, que acredita la existencia de haber mantenido relación sexual con penetración". Después de lo ocurrido, ambas niñas están recibiendo tratamiento psicológico, pues tienen problemas de sueño y otros propios de la pesadilla que vivieron. Él sólo reconoció en el juicio "tocamientos". Negó haberlas penetrado, pero la declaración de ellas fue "contundente".

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