Condenado a 28 años de cárcel por el crimen del Polígono de Juncaril
Tribunales
Un hombre ha sido condenado a 28 años de cárcel por la Audiencia Provincial de Granada por el asesinato sin eximentes de una joven en la empresa de su padre en Albolote, a la que mató a golpes y puñaladas sin que se aprecie el brote psicótico que apuntó su defensa, y que conllevó la repetición del juicio, según la sentencia.
La sentencia de la Sección Primera de la Audiencia, a la que ha tenido acceso Efe, ha condenado al procesado a 25 años de cárcel por un delito de asesinato sin circunstancias modificativas y suma otros tres años de prisión por robarle el móvil a la víctima y cuatro meses por resistencia a la autoridad.
El fallo condenatorio se suma al veredicto de culpabilidad que emitió el jurado popular encargado de enjuiciar los hechos el pasado mes de julio y que tampoco apreció que el condenado actuase afectado por un brote psicótico.
La condena emitida es similar a la dictada en octubre de 2022 por la misma sala y tras un juicio que se celebró con otro jurado popular y diferente magistrado presidente, pero que también condenó al procesado a 25 años de cárcel por asesinato.
La defensa del condenado recurrió entonces el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que acordó repetir el juicio al reconocer que no fue "fácil" valorar las conclusiones sobre el estado mental del procesado porque las versiones ofrecidas eran en ocasiones opuestas.
Los hechos se remontan al 5 de febrero de 2021 cuando el joven condenado se personó en la sede de la empresa familiar, ubicada en el Polígono Juncaril de Albolote, armado con un cuchillo que había cogido de casa.
Las cámaras de seguridad han certificado que lanzó un trozo de bordillo a la cabeza de la víctima, una joven de 29 años a la que dio puñetazos en la cabeza, arrastró por el cuello y asestó dos puñaladas en la espalda.
El procesado también cogió una maceta y se la lanzó a la cabeza para golpearla después con un sillón giratorio de la oficina, volvió a apuñalarla y le siguió golpeando, además de rociarle el rostro y el cuerpo con los polvos químicos de un extintor.
Aunque un compañero encontró aún con vida a la víctima, que identificó a su agresor, murió en un hospital esa misma tarde.
En el segundo juicio, como ocurrió en la primera vista, el procesado describió que asesino a la joven porque vio en ella al demonio y se sentía perseguido.
En la última sesión del segundo juicio, la Fiscalía modificó sus conclusiones provisionales y solicitó 29 años y 9 meses de prisión para el acusado frente al internamiento psiquiátrico que solicitó inicialmente.
La sentencia, contra la que cabe recurso, incluye la prohibición de comunicarse o acercarse a menos 200 metros de los padres y el hermano de la víctima durante 30 años, la condena a costas y una indemnización para la familia de la joven asesinada.
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