Consumo: los granadinos hasta 33 años, los segundos que más gastan en Andalucía
Economía
La primera repercusión será una reducción del consumo por habitante en los próximos años, según el BBVA
Los adultos entre 35 y 64 años son los segundos que más ahorran en Andalucía
Las tendencias de consumo en Granada son peculiares y diferentes a las del resto de Andalucía. Un informe de Situación de Consumo de BBVA Research destaca que los granadinos con edades comprendidas entre los 35 y 64 años son los segundos que menos gastan de Andalucía.
En el conjunto del gasto total de la provincia de Granada, estos adultos marcan el 68,16%, siendo esta la séptima de toda Andalucía. Huelva marca el tope de gastos en esta franja de edad con un 73,18%, y Málaga la mínima con el 67,72%.
Esta cifra lanza una conclusión clara: los adultos granadinos son más ahorradores que otros de su edad en Sevilla, Córdoba o Jaén. Prefieren guardar para el futuro o se gastan menos que otros en mobiliario, vehículos o consumo.
Sin embargo, los jóvenes de la provincia aún no han interiorizado esa cultura y gastan más dinero que los mayores, ya que según este estudio, Granada es la segunda provincia andaluza que más gasta de Andalucía en la franja de personas menores de 35 años.
Los jóvenes marcan un 16,34% del gasto total en la provincia, lo que los sitúa a la cabeza de gasto en Andalucía sólo por detrás de Almería, que marca un 18,03% y una de las tasas más altas de toda España en este informe del banco BBVA.
El último rango de edad en gasto de la provincia granadina es el de los mayores de 65 años, que supone un 15,49% del total de Granada. Los mayores granadinos gastan menos que los jóvenes de la provincia.
En este último rango de edad, Granada es la cuarta que más gasta de toda Andalucía, por detrás de las provincias de Málaga (16,19%), Cádiz (15,70%) y Sevilla (15,69%).
Las previsiones del BBVA marcan que la evolución del consumo en España en los próximos años van a cambiar, debido a que la población mayor de 64 años crecerá en más de cinco puntos en los próximos 15 años.
Dado que este segmento de la población efectúa un menor gasto por habitante, su importancia creciente podría causar un descenso del 1,5% del consumo per capita entre 2018 y 2033, si la evolución de otros determinantes, como la renta o la riqueza, no lo evita.
Ese puede ser el punto de inflexión, ya que como se desprende de los datos andaluces, Granada es una de las provincias que menos gasta en el rango de 35 a 64 años. Por lo que este ahorro de estas personas puede generar un mayor consumo cuando entren en el rango de mayores de 65 años.
El informe de Situación de Consumo de BBVA Research también analiza la tendencia de uso de la tarjeta de crédito, y Granada vuelve a suponer un cambio respecto a la media nacional.
Este estudio señala que los mayores de 65 años son particularmente propensos a utilizarlas para la retirada en el cajero. En particular, por cada euro de compras con tarjeta, los mayores de 65 años retiran 1,8 euros del cajero, sin embargo, los menores de 65 años retiran un euro del cajero
En Granada, sin embargo, esta situación se da a la inversa. Por cada euro de compras realizadas con tarjeta, los mayores de 65 años retiran 0,85 del cajero, y los menores de 65 años extraen 1,60.
El consumo perderá fuerza en España
En el conjunto de España, el BBVA cree que el consumo de los hogares perderá tracción en el bienio 2019-2020, de forma que crecerá un 1,8% este año y un 1,7% en el que viene, lo que supone seis décimas menos que el avance promedio registrado en el periodo 2017-2018. Esto es debido al fin de la demanda embalsada y el menor empuje de la riqueza financiera.
Así se desprende del mismo informe de situación del consumo, elaborado por el servicio de estudios de la entidad financiera, que destaca que en la primera mitad de año el consumo privado "mantuvo el pulso", ya que, aunque el gasto de las familias aumentó menos de lo esperado entre enero y marzo (0,4% trimestral), la información coyuntural disponible sugiere que habría repuntado ligeramente en el segundo trimestre.
No obstante, BBVA Research estima que el dinamismo del consumo será menor en la segunda mitad de 2019 y en 2020, principalmente por la desaparición de los elementos transitorios que incentivaron el gasto en años precedentes, como la demanda embalsada de bienes duraderos y el impacto de la política monetaria expansiva sobre la carga financiera de las familias.
También se deberá al menor empuje de algunos de los determinantes del consumo, como la riqueza financiera neta, afectada por la volatilidad de las cotizaciones bursátiles y la reorientación del ahorro hacia activos más seguros, pero menos rentables.
Asimismo, influirá el aumento más modesto de la financiación al consumo y al repunte de la tasa de ahorro, tanto por factores coyunturales, relacionados con la mayor incertidumbre, como estructurales, asociados al envejecimiento de la población.
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