Copas con vistas panorámicas

Los Hoteles Carmen, Fontecruz, San Antón, Andalucía Center... o el restaurante giratorio, cada vez son más los establecimientos que ofrecen la posibilidad de tomarse una copa mirando de tú a tú a la Alhambra

1. La terraza del restaurante giratorio es una de las últimas propuestas que se ha sumado al club de barras en las cimas de los edificios. 2,3,4 y 5. El Hotel Carmen es uno de los establecimientos que más han apostado por promocionar la oferta de ocio nocturno en su azotea. Además de ofrecer pinchos por tres o cuatro euros, hay raciones muy económicas sin dejar de lado la tradicional carta del restaurante para los que deseen tomar una cena con primero, segundo y postre. Además de sus espectaculares vistas, otro de los reclamos son sus cócteles internacionales. 6, 7 y 8. El Fontecruz también ha querido engancharse al tren de los hoteles con terraza-mirador. En su cúpula ofrece un pequeño bar acristalado que mira cara a cara a la catedral y a la Alhambra.
Belén Rico / Granada

08 de agosto 2009 - 01:00

Hay copas que se sirven en vasos largos y en edificios altos: son las long drinks de vistas panorámicas. Además de prepararlas un barman de pajarita, otra de las características de estos whiskies, maltas, brandies o rones de altura es que se dispensan sobre ocho o nueve plantas de habitaciones de cuatro o cinco estrellas. Combinados o no, son cócteles que aúnan ambiente exclusivo y vistas a la Alhambra, una delicia para los bebedores más sibaritas que pasan su verano en Granada.

En el exquisito club de establecimientos con bebidas de autor, vistas espectaculares y ambiente elegante uno de los socios fundadores fue el Hotel El Carmen. Quizás por ser uno de los más veteranos es también uno de los que han hecho una apuesta más fuerte por su renovación y por llegar a un público más amplio. En un principio, la terraza-mirador-restaurante era un coto reservado a los clientes del hotel y a los hombres de negocios de la zona, banqueros y otros visitantes privilegiados que disfrutaban allí de una copa con la suficiente dosis de relax y refinamiento.

Pero este verano la propuesta ha evolucionado y, manteniendo la calidad habitual, ha decidido abrirse a todo la ciudad. Por eso, a la carta tradicional del restaurante su director, Juan Cristóbal Pérez, ha querido sumar una propuesta para picar algo sin la seriedad de una mesa con primero y segundo, café y puro. Esta nueva apuesta de tapas y raciones no tiene nada que ver con lo que se sirve en la mayoría de los bares de Granada: se trata de una cocina internacional y con la firma del cocinero que ha sido responsable de Investigación y Desarrollo de los restaurantes de Paradores Españoles, Chico Dionisio. De su puño y mano, los clientes podrán deleitarse con un wok de pasta o una sabrosa fritura asiática por sólo 14 o 15 euros. También se puede cenar con cuatro o cinco pinchos de la más variada procedencia, como burritos, shushy o cus-cus.

Además de las copas a precios prêt à porter, también hay cócteles internacionales y de creación propia por una media de 8 euros, y el horario de apertura prácticamente es el de un pub estándar de la parte baja de la ciudad: de 20:30 a 3:00 horas.

Además de las maravillosas vistas justo frente al Hotel Palace, los fines de semana hay un complemento que lo hacen diferente a cualquier otro de los restaurantes o pubs en los que se pueda cernar y tomar una copa: tiene un servicio de guardería gratuito hasta las 1:30 horas.

Además de ser un establecimiento ideal para las parejas con hijos, lo asequible de la oferta está atrayendo también a un tipo de público joven que puede rondar la veintena. "Queremos que la gente de Granada pierda el miedo a entrar en hotel de cuatro estrellas porque piensen que es caro y que comprueben que los precios son como en cualquier otro bar de la ciudad".

El último establecimiento hotelero que se ha sumado al club de las copas de altura pero no por las nubes es la terraza mirador del Hotel Fontecruz, muy frecuentada por parejas por su ambiente romántico. De dimensiones mucho más pequeñas, cuenta también con un horario más reducido: hasta las once de la noche entre semana y hasta los doce y media a partir de los jueves. Aunque esta terraza acristalada no ofrece la opción de cenar y contemplar la panorámica de la ciudad, los jueves cuenta con el aliciente de un concierto de jazz en directo a cargo de Rosa Lasad.

Además de las parejas y de pequeños grupos de treinteañeros que llegan atraídos por las notas del jazz, el recepcionista, Salvador Gamarra, cuenta que hay una curiosa facción de la clientela que corona el Fontecruz: numerosos invitados de las bodas de varias iglesias cercanas, como el Sagrado Corazón y la Catedral, suben a la terraza para hacer tiempo mientras llega la hora del convite o mientras los novios se hacen el reportaje fotográfico de rigor.

El importe de los cócteles internacionales y los de receta propia del Fontecruz ronda los 10 euros, pero permiten evitar el jolgolrio de un pub y las vistas de la ciudad son muy originales.

Otra terraza mirador frecuentada por los que hacen hora después de los esponsales es la del Hotel Andalucía Center, que suele servir las copas de bienvenida en su cúspide.

Con un horario también más reducido que el habitual de los pub granadinos -la terraza cierra a las once y media y la cafetería a las una de la madrugada-, esta barra en las altura se complementa también con servicio de terraza-barbacoa por un precio medio que ronda los 25 euros el cubierto.

Entre los azoteas con servicio de coctelería más populares entre los granadinos se encuentra el del Hotel San Antón, una cima en la ribera del Génil tan agradable para tomar una jarra de sangría como un Dom Perignon. Cualquiera de los caldos de su amplia carta de vinos se puede acompañar por uno o varios platos de su carta de barboca y rematar la faena con alguna otra bebida de más graduación de su variada oferta de combinados.

Las copas por las nubes están teniendo tanto éxito que no sólo los hoteles empiezan a rentabilizar sus tejados para algo más que dar una salida a las instalaciones de climatización. La tendencia se está invirtiendo y son varios los negocios de restauración que están abriendo sus puertas en la parte más alta del edificio en lugar de en sus bajos.

Es más, en algunos casos el edificio es el soporte que sustenta un negocio que se proyecto como las cabañas de los árboles, para hacer realidad esos sueño de diversión en las alturas.

El más emblemático de los espacios de ocio a muchos metros del suelo es el Manzanil Forum Granada, más conocido en la ciudad como el restaurante giratorio. Como no sólo de pan vive el hombre, este establecimiento tiene dos secciones: la parte móvil acristalada y su correspondiente terraza al aire libre de copas. Como buena parte de las que las encuentran en los hoteles, este local también se ambienta con música chill-out y ofrece bebidas hasta las tres de la madrugada.

Granada está sumándose con rapidez a esta tendencia nueva tendencia del ocio ocio urbano contemporáneo que importó a España el cine y que popularizó la televisión a través de series como Sexo en Nueva Yor. Aunque la terrazas y las discotecas-mirador en los tejados de los edificios aún no son una moneda de cambio tan habitual en otras ciudades, las bebidas panorámicas son ya una realidad.

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