Crisis del covid-19

Coronavirus: La odisea de un grupo de granadinos para regresar de Perú

  • Cinco granadinos de viaje consiguen volar a España tras pasar dos semanas  de confinamiento en Arequipa

  • De la hostilidad inicial que mostraron algunos vecinos se pasó a la fraternidad

Coronavirus: La odisea de un grupo de granadinos para regresar de Perú

Coronavirus: La odisea de un grupo de granadinos para regresar de Perú / R. G.

Una auténtica aventura. Es lo que han vivido los cinco granadinos que quedaron atrapados en Perú cuando se desató la pandemia por coronavirus. Manolo Marín, miembro del grupo que ya está en España, relata las peripecias por las que pasaron antes de conseguir volar de regreso.

Los cinco granadinos, miembros de la asociación Hombres por la igualdad de Maracena, voló a Perú el pasado 4 de marzo. El objetivo era hacer el “viaje de nuestras vidas”. En aquellos días, recuerda Marín, únicamente se tenía conocimiento de casos de coronavirus en China. El epicentro de la crisis sanitaria estaba claramente localizado en Wuhan y el grupo no temió que sus planes de viaje se pudieran ver afectados. Una vez en Lima, se unió al grupo de cinco granadinos un sexto integrante, que ya estaba en la capital peruana. Juntos viajaron en esos primeros días de marzo, a la par que los informativos se hacían eco de la expansión de los contagios y de las primeras medidas de control de viajeros en Italia.

“Llegamos a Arequipa el 13 de marzo”, recuerda Marín. Para entonces ya se habían registrado los primeros casos de contagiados por Covid-19 en Perú. El grupo se planteó el día 15 si seguir con sus planes o quedarse en Arequipa, ciudad mejor comunicada y con más servicios que los siguientes municipios de su ruta. “Los seis decidimos quedarnos”. Aquella misma noche del 15 de marzo el Gobierno peruano decretó el estado de emergencia.

Los granadinos decidieron cambiar de alojamiento a un piso en el que pasar lo mejor posible el confinamiento, a la par que comenzaron a mover ficha para buscar cómo regresar a España. En esa segunda residencia tuvieron que hacer frente a algunos momentos de hostilidad. Uno de los vecinos incluso llamó a la policía y se les acusó injustamente de ser portadores de la enfermedad. Sin embargo, aquella primera reacción dio paso a una convivencia vecinal normalizada e incluso de “hermandad”, según relata Marín. “Se empezó a cambiar la actitud por parte de la comunidad e incluso nos mandaban pasteles”. “Fue muy duro los primeros días”, reconoce el viajero, que sin embargo ahora recuerda la actitud colaboradora de su casero, Fernando, del que Marín destaca que tuvo un “comportamiento ejemplar”, y la ayuda que recibieron del resto de vecinos.

En Lima se les ofreció volar a Londres, pero no se les garantizaba poder llegar a España

Una de las claves que motivó que el grupo de granadinos decidiera regresar lo antes posible fue el número de camas UCI en Perú. “Tienen unas cien”, relata Marín. “Si nos ocurría algo lo íbamos a tener muy complicado y eso nos hizo pensar que cuanto antes regresáramos, mejor”.

El siguiente paso fue llamar a la Embajada española en Perú, recurso al que echaron mano los españoles que se encontraban en la misma situación que el grupo de Maracena. “La Embajada tenía los teléfonos colapsados”.

En aquellos días recibieron la petición por parte de las autoridades españolas de facilitar sus datos personales y dónde se encontraban. “Esa fue la información más primaria que se nos pidió”. Entre los españoles también comenzaron a organizarse. El grupo de Arequipa contó con un catalán , Sergio Gago, como coordinador oficioso.

Gracias a las distintas gestiones realizadas por la Embajada a finales de marzo se consiguieron 21 plazas de avión en un vuelo desde Arequipa a Lima. La situación en Perú era ya muy delicada, con las calles tomadas por el Ejército, relata Marín. Una vez en el aeropuerto, se les dijo que los que embarcaran tenían dos opciones, viajar de Lima a Londres o permanecer confinados en un hotel limeño. “Estar en Europa nos daba la posibilidad de viajar a España”, recuerda Marín sobre el razonamiento que les llevó a aceptar la propuesta de volar, primero de Arequipa a la capital peruana, y de allí a Londres.

Una vez en el avión de British Airways –en el que embarcaron 300 ingleses y los 21 españoles–, el personal de la Embajada del Reino Unido les reconoció que la situación en Europa era muy complicada y que tendría serias dificultades para viajar entre Londres y España. “Y entonces dijimos ‘Nos bajamos ahora mismo’”, recuerda Marín. Todos los españoles decidieron abandonar aquel vuelo, que no les garantizaba más que volar a la capital del Reino Unido.

La decisión de los españoles propició que la Embajada británica se pusiera en contacto con la española. “Nos dijeron que no nos preocupáramos”. Se les consiguió un medio de transporte y se les llevó a un hotel de la cadena Meliá en Lima. “Nos llamó Iberia para decirnos que podíamos hacer el check in para el vuelo del día siguiente”. Eran, en total, 320 españoles. “Todo estuvo muy bien organizado. Nos dieron mascarillas y guantes, nos llevaron a la parte militar del aeropuerto de Lima y llegamos a Madrid a las 4 de la mañana”.Desde Barajas, el grupo de granadinos pudo llegar a la Estación del Sur para coger el autobús de las 10:30 horas a Granada. “Vimos el contraste con lo que habíamos vivido en Perú. La estación vacía, todo cerrado... Tomamos conciencia de que la cosa estaba tan jodida aquí”.

Ya llevan una semana en sus respectivos domicilios, ya acostumbrados a la extraña rutina a la que obliga el confinamiento. “Nos planteamos este viaje como el viaje de nuestras vidas”, reflexiona Marín, que confía en que, cuando todo pase, dentro de un tiempo, poder volver a Perú.

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