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Cortes de luz: de Granada a la ONU

  • La falta de soluciones a nivel local lleva a solicitar ayuda internacional

Cortes de luz: de Granada a la ONU

Cortes de luz: de Granada a la ONU / G. H.

Un problema de difícil solución requiere medidas concretas, no parches. Y eso es lo que necesita la zona Norte de Granada, donde la problemática de los cortes de luz que sufren desde hace años está siendo reclamada desde hace como un problema humanitario, como una emergencia social. Una reclamación que ha llegado a la propia Organización de Naciones Unidas (ONU), a la que se ha pedido un relator.

Pero, ¿desde cuándo se sufren los cortes? ¿Cuál es el problema de fondo? ¿Qué soluciones hay que aportar? Hasta ahora las medidas no han funcionado y aunque Endesa está invirtiendo y aumentando la potencia a niveles sin precedentes (un 200% más), siguen los cortes de suministro. En los barrios de La Paz, Rey Badis y Cartuja, donde hay 2.300 viviendas, cuentan ahora con una potencia como para dar suministro a 11.000 puntos de consumo. Pero no es suficiente.

Y no es sólo la culpa de los cultivos de marihuana y el uso ilícito de la luz, que la Subdelegación del Gobierno ha dicho que son un número bajo de casos. Es una intervención social mucho mayor.Como la situación lleva años y no se soluciona, el Defensor de la Ciudadanía, Manuel Martín, ha dado un paso más. Se han hecho protestas, puesto denuncias, realizado encierros, negociado... pero la realidad diaria sigue, aunque es cierto que en menor medida, dejando sin suministro eléctrico a muchos vecinos, algo sufrido incluso durante el estado de alarma. Y como en todo, pagan justos por pecadores.

La ONU ha informado al Defensor que el organismo encargado de estudiar si la situación puede ser declarada de emergencia humanitaria es la Oficina del Alto Comisionado para las Naciones Unidas. Porque los asuntos humanitarios son su prioridad: “realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario”. La comunidad internacional confía a la ONU la coordinación de las operaciones de socorro frente a los desastres, naturales o provocados por el ser humano, en las zonas donde la capacidad de las autoridades locales no es suficiente para hacer frente a la situación”.

En Granada, esas autoridades locales (Ayuntamiento, Junta y Subdelegación del Gobierno, junto con la empresa Endesa) se reunieron hace dos semanas en una nueva Mesa por la Zona Norte, donde se tienen que coordinar esas actuaciones. Y aunque siempre anuncian avances, no hay todavía medidas concretas sobre el papel. No hay la tan repetida políticamente ‘hoja de ruta’ para saber lo que hará cada administración y cuándo. Pero sí están definidos los problemas. Y son varios, no solo el cultivo de marihuana, que también hay que perseguir y que se extiende a otros puntos de la ciudad y la provincia.

Según el Defensor de la Ciudadanía, desde el encierro del año pasado que protagonizó junto al cura de La Paz, ha situación ha mejorado un poco y las administraciones se activaron, sacando el convenio entre Ayuntamiento y Endesa para poner nuevos transformadores y mejorar la red. También cambió la opinión ciudadana, más concienciada con la problemática, que afecta a familias, niños, mayores, dependientes, enfermos y en cualquier época, con el frío del invierno o el calor del verano.

Y la clave es “el abandono” de esta zona de la ciudad, que se arrastra desde hace décadas. Martín recuerda que desde los años 90 no se han hecho intervenciones importantes urbanas y sociales, lo que ha convertido a la zona Norte en “el trastero” de la ciudad, con problemas de “falta de recursos, desigualdad, lo que hace que el cultivo de marihuana y las mafias y clanes se instalen con más facilidad entre la necesidad de la gente y la falta de control”.

La zona Norte tiene un alto índice de pobreza y de exclusión, esta última más grave. “Más de tres cuartas partes vive sin recursos y sin expectativas”, indica el Defensor, que insiste que se ha convertido en un entorno deteriorado tanto humana como urbanísticamente.

Otro problema es el mercado de viviendas irregular. En esto la competencia es de la Junta de Andalucía. Hay numerosas viviendas que han ido pasando de titularidad administrativa, ahora AVRA, y que no se ha solucionado, lo que impide tomar medidas en viviendas donde no está regularizada la titularidad. También hay okupación.

En cuanto al suministro, hay tres bloques: los que pagan la luz, los que no pueden pagarla y los que hacen un uso ilícito de la misma. La Junta pidió una auditoría para cuantificar el número de enganches.Los datos reflejan que hay 5.000 viviendas que siguen sin contrato de las 20.000 que están conectadas a la red de distribución eléctrica. Es decir, uno de cada cinco vecinos de la zona Norte.

En cuanto al cultivo de marihuana, se actúa con redadas y operaciones para desmantelar cultivos. En este año han crecido un 96% las intervenciones policiales respecto al año pasado. Este 2020 se han llevado a cabo 9 intervenciones contra el fraude masivo en la Zona Norte de Granada, efectuando 461 cortes de suministro por enganches ilegales.

Pero “con datos solo no se hace nada”. De nada sirve tener estadísticas y conocer los problemas si no se diseña una actuación integral. Por eso el Defensor pide un “mando único” y que la ONU declare esa emergencia humanitaria.

¿Cuáles serían las soluciones? El Defensor lo tiene claro para cada una. Endesa “tiene que garantizar el suministro a los que pagan”, la Junta tiene que “acabar con el parque irregular de viviendas y supervisar con Consumo que Endesa cumpla sus obligaciones con los que tienen contrato y pagan” y la Subdelegación del Gobierno tiene que “actuar en el problema de la marihuana”. El Ayuntamiento de Granada “no tiene competencias directas pero sí tiene que actuar como mediador y centrarse en los programas de intervención social y en los servicios sociales comunitarios.

“Los tres tienen que ir juntos y dejar de culparse y buscar responsables y generar alternativas globales”, asegura el Defensor.

Porque se están produciendo también casos en los que familias que con gran esfuerzo económico regularizan su contrato, ven que les cortan la luz y otros enganchados la conservan, vuelven atrás para tener suministro. Por eso se está aumentando el trabajo para que la población sin recursos se acoja al bono social y regularicen su situación con contratos.

Las zonas más afectadas por los cortes de luz en la zona Norte están claras: Molino Nuevo, La Paz, Antón Calabrés, Rey Badis, Doña María Manuela, Juan de Austria, Pedro de Lacalle, Pintor Gabriel Morcillo, Juan Montero, Las Perdices, Pasaje de Teba, Pedro Machuca, Pedro Terreros y Enríquez de Jorquera. Estas son las calles más afectadas aunque hay más por todo el distrito.

Esta situación genera quejas de los vecinos diarias. “Tenemos llamadas y visitas diarias. Desde enero a septiembre de este año han sido más de 3.000 llamadas”. Además, la página web creada para que los vecinos avisen cuando están sin luz (nomascortesgranada.org) indica que desde el 6 de abril hasta el 6 de septiembre de este año en el Distrito Norte se han registrado 422, un tercio de las que realmente se producen según la estimación de los colectivos.

La ONU todavía no ha contestado a la petición del relator pero ya hubo un primer mensaje donde se pedía el relator y se exponía la situación de esta zona de la capital granadina, que ha sido remitida al organismo competente dentro de la Organización.

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