La Costa sigue siendo fiel a la tradicional N-340

El escaso tráfico y la polémica que suscitaron en su día en algunos municipios los distintos accesos a la A-7, están detrás de esa conducta

Rosa Fernández Motril

02 de octubre 2016 - 08:32

El hecho de que la Costa esté mejor conectada con el exterior y viceversa, no es motivo de discusión, pero lo cierto es que la mayoría de los habitantes de la comarca siguen utilizando para desplazarse a lo largo de la misma la vieja N-340, ahora con un aliciente más que se añade al de sus vistas y es que ya no está tan saturada como antes, pues ya no tiene que absorber obligatoriamente el tráfico de fuera. Además, como no llueve nunca a gusto de todos, los distintos accesos de la A-7 no han estado exentos de polémica en bastantes municipios.

La mayoría de desplazamientos que surgen se suelen originar por asuntos laborales y lo cierto es que muchos no se plantean utilizar la autovía. Mari Juárez trabaja como eventual en las campañas de las empresas hortofrutícolas de la zona, que dan un gran volumen de trabajo a la comarca. "Cuando iba a Carchuna, lo hacía en autobús de línea, mientras que cuando he tenido que ir a Castell de Ferro, he tenido que llevar mi coche, pero siempre he cogido la carretera nacional", comenta. Aunque los gustos también influyen, se queja de que "hay que subir mucho y luego bajar, y por allí arriba hace mucho viento, por lo que me da más miedo, aparte de que tampoco me ahorro mucho tiempo, y esta carretera la conozco más, sobre todo, teniendo en cuenta que muchas veces me he tenido que desplazar de madrugada para entrar a las 6 de la mañana".

En el otro extremo, en Almuñécar, trabaja Mari Carmen Ruiz, funcionaria, que se tiene que desplazar a diario. También utiliza la N-340. "Ni me planteo ir a tomar la autovía, no me viene bien, lo mire por donde lo mire, porque tendría que ir hasta Lobres o Puntalón (yo que vivo por la calle de Las Cañas), cruzando todo Motril, lo cual no me merece la pena, eso es para la gente que venga de Granada o de otros puntos por la A-7, pero a mí no me interesa". De ahí que apenas la haya usado, excepto cuando ha ido a Málaga a visitar a su hermana, según comenta.

Desde Vélez de Benaudalla, también se desplaza todos los días Antonia Rodríguez, que trabaja en la zona norte de Motril. "Yo la verdad es que sigo tirando por los caracolillos, como toda la vida, porque es lo que me trae más cuenta, porque si no, tendría que ir hasta la Presa de Rules para coger la A-7, retrocediendo, o desplazarme hasta la nacional (N-323), para luego tomar la 340, entrar a Motril por abajo y luego cruzarlo, por lo que hago lo que hacía mi padre antes que yo, hace un montón de años …"

Y es que las salidas no han estado exentas de polémica. En el caso de Gualchos-Castell de Ferro, su alcaldesa, Toñi Antequera, comenta que siguen reivindicando un acceso para el primero de estos dos núcleos de población, aunque "como ahora, no hay Gobierno, no hay con quien reunirse". Además, pide que se señalice la entrada al municipio, por lo que ha recibido algunas reclamaciones por parte de ciclistas que "se han dado la paliza de pedalear durante dos kilómetros y medio y luego se han encontrado con que allí no hay una carretera nacional, sino una autovía, por lo que no pueden circular y se tienen que dar la vuelta". La regidora ha cursado dichas quejas a la administración competente, que en este caso es la central.

Desde Almuñécar-La Herradura también denunciaron deficiencias en la señalización que inducía a error a los turistas. Y en Motril, grupos como Convergencia Andaluza también cuestionaron la conveniencia de los accesos y la necesidad de una salida en la zona norte, dando servicio por ejemplo al Hospital comarcal.

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