El empresario Roberto García Arrabal, promotor del centro comercial Serrallo y de la discoteca aledaña, cuya construcción investiga el Juzgado de Instrucción 2 de Granada, era conocedor de que tenía contratado y compartía participación en una sociedad con el hijo del que fue gerente de Urbanismo y más tarde director de Obras Municipales del Ayuntamiento de Granada, Manuel Lorente. "Supe que era su hijo y no me importó porque si yo quiero delinquir lo hubiera llevado a la empresa de un amigo; no hubiera sido tan imbécil de contratar al hijo de Lorente para beneficiarme en mi propia empresa y meterlo de socio", explicó esta semana en su última declaración judicial.

La jueza que investiga la construcción y apertura de un negocio de restauración y discoteca en suelo destinado a espacios libres de uso infantil, el conocido caso Serrallo, citó para declarar el pasado lunes al empresario Roberto García Arrabal y al funcionario Manuel Lorente con el objetivo concreto de esclarecer los vínculos laborales o económicos del hijo de éste con el promotor del negocio. Uno y otro admitieron que el descendiente trabajó durante casi dos años en empresas de García Arrabal, aunque difirieron en cual de ellas. También confirmaron a la jueza que había participado en una sociedad del mismo empresario.

Tuve conocimiento de que era el hijo de Lorente y, como no iba a cometer ningún delito, no le vi problema"Este señor (el hijo de Telesfora Ruiz) ya no trabaja conmigo, pero sí ha estado contratado"Un día llegó a casa (su hijo) y me dijo que había hecho una entrevista. Le dije que no me gustaba mucho la idea"La recepción de obras (del Serrallo) fue antes. Adivino no era. Jamás podía saber que iba a trabajar allí mi hijo"

Quedó ratificado también por ambos que otra hija de Manuel Lorente fue avalista de una operación de crédito de esa empresa dedicada a la explotación de las pistas de pádel del Campus de la Salud.

El empresario también tuvo más vínculos laborales con otros hijos de funcionarios del Ayuntamiento. García Arrabal se refirió también a una hija de un trabajador de Urbanismo. Cuando la fiscal del caso le preguntó por la relación con el hijo de la que era concejal del equipo de gobierno de Torres Hurtado, Telesfora Ruiz (hoy edil del PP en la oposición), el empresario admitió también que "lo tenía contratado una sociedad" donde él participaba. Eso sí, el investigado por presunto cohecho aseguró que la actuación de "esa señora en su cargo nos perjudicó ostensiblemente", en lugar de haberle beneficiado, requisito para que ese vínculo sea delictivo. "Ese señor ya no trabaja conmigo pero sí ha estado contratado", afirmó.

El abogado de la acusación popular, Jorge Carmelo Fernández, quiso incidir más, con sus preguntas, en esa relación y en las competencias de Telesfora Ruiz como miembro de la junta de gobierno local. Pero García Arrabal se negó a contestar a las cuestiones de esta parte, dado que es un derecho que tiene como imputado. La otra parte acusadora, el abogado del Ayuntamiento de la capital, no hizo ni dejó constancia de preguntas a los investigados.

En su declaración, el empresario subrayó reiteradamente que en aquella época (entre 2012 y 2014) tenía 57 sociedades y cientos de empleados, por lo que no era raro, a su juicio, contar con hijos de personas como el director de Obras de Urbanismo. Al ser preguntado por un supuesto trato de favor como contraprestación por contratar al hijo de Telesfora Ruiz y al de Manuel Lorente, el empresario contestó: "Tenía 700 trabajadores. Seguramente alguno de ellos era hijo de juez o fiscal".

El tono de García Arrabal en su declaración fue recriminado al final por la jueza, quien le recordó que estaba allí "para contestar preguntas y no para hacerlas". El investigado acababa de evitar la última cuestión de la fiscal sobre si esas personas seguían trabajando con él ahora y en su lugar dijo: "¿Usted cree que contratando a su hijo voy a tener trato de favor?" y le refirió los 10 millones de euros que, durante una declaración judicial realizada el año pasado, Manuel Lorente aseguró haber ganado en los últimos años.

El funcionario, que fue cargo de confianza en Urbanismo durante el gobierno de Torres Hurtado, explicó también a la jueza su constancia de la relación laboral de su hijo con el empresario de la construcción, aunque negó haber firmado informes o actuado para dar un trato de favor a García Arrabal. "Le dije a mi hijo que no me gustaba mucho la idea", admitió el empleado público, que hizo los informes de la urbanización del Serrallo, aunque esgrimió que fue anterior al contrato firmado por su hijo en julio de 2012 por la empresa Be Suites, que promovió el edificio de oficinas donde está la sede del PP.

En su declaración, el empresario aseguró que Lorente había sido empleado suyo en Inversiones Área Sur, que promovió el centro comercial Serrallo. En todo caso, ambas empresas son del mismo promotor. El exgerente de Urbanismo quiso aclarar que su hijo no había tenido nada que ver con las empresas de Arrabal que explotan los negocios del Serrallo, como la discoteca o la multiaventura. Pero el empresario desmintió parcialmente esta versión al explicar que el empleado era controller financiero de todas sus empresas de ocio y mencionó específicamente esos negocios junto al centro comercial, además de otros como el restaurante del Forum o el club deportivo del Campus.