La historia del sarcófago romano de Villamena sigue su curso y ya cuenta con la luz verde de Patrimonio para que comience su restauración. Eso sí, antes de dar ese paso será necesario que se termine de abrir pues la pieza del siglo III tiene un pinzamiento o aplastamiento en su zona central lo que impide a los investigadores seguir excavando su interior. Después de eso, la Consejería de Cultura creará una comisión de expertos, que fijará los criterios para la restauración, en virtud de los cuales se convocará un concurso para la adjudicación de la restauración. Será este ente de la Junta quien correrá con los gastos de la restauración del sarcófago.

La aprobación de que continúen los trabajos llega un mes y medio después de haber sido encontrado durante las obras de los sótanos del edificio de Villamena, antigua sede del Monte de Piedad. La Comisión de Patrimonio Histórico, presidido por el delegado de Cultura de la Junta Antonio Granados, ha sido quien ha aprobado hoy este siguiente paso que con suerte, dará lugar a encontrar indicios históricos que ofrezcan las claves de cómo era este iliberritano enterrado en un sarcófago de plomo y fuera de la zona de enterramientos de la época.

Por ahora, y tras su traslado al Museo Arqueológico de Granada, lo único que han podido hallar los investigadores, con Ángel Rodríguez Aguilera a la cabeza como jefe de la excavación, ha sido el cráneo del romano. El interior del sarcófago se encontraba lleno de tierra ya que el armazón tenía grietas y roturas debido al peso de los siglos, particularidad que ha ralentizado el proceso de investigación del equipo que ha tenido que excavar dentro del féretro. Con este siguiente paso esperan poder encontrar más restos óseos y quizás tejidos o ajuar fúnebre que aporte nuevos datos. Como nota novedoso, desde Cultura informan de que se ha localizado restos de las grapas de hierro que sujetaban la cubierta, además del cráneo que ya se ha extraído.

La Comisión de Patrimonio también ha dado el visto bueno a que sea el equipo de restauración del Museo Arqueológico quien proceda a la apertura de una de las piezas laterales del sarcófago. Este paso tendrá que ser dado con mucha cautela, pues cualquier intervención podría ser “agresiva” para la conservación de la pieza, que por otro lado es la única encontrada sin expoliar en Granada. Esta intervención, previa a que continúe el resto del proceso, será supervisada por el arqueólogo de la Delegación Territorial.

Si los restos óseos se hallan en buen estado de conservación se podrá obtener el perfil biológico de la persona inhumada, de la que se podría conocer el sexo, la edad, la talla y el grupo humano. También se analizarán las variaciones esqueléticas que pueden proporcionar información sobre hábitos, desarrollo músculo-esquelético y condiciones de salud. Después, la Consejería de Cultura coordinará las actuaciones y el procedimiento para la restauración de la pieza, para que finalmente se pueda exponer en el Museo Arqueológico.