Granada

Cultura protegerá 30 nuevos edificios contemporáneos

  • Inmuebles representativos como la heladería Los Italianos o el Secadero de tabaco de Purchil serán supervisados por la Junta junto al Auditorio Manuel de Falla o la Facultad de Medicina

Un total de 116 edificios granadinos construidos en el siglo XX figuran en el primer Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea (RAAC), una base de datos promovida por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) que abarca todo el territorio andaluz y que ha permitido documentar más de mil construcciones.

Del registro total, 200 edificios serán supervisados por el Servicio de Protección de la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura y, en el caso de Granada y su provincia, unos 30 recibirán protección por parte de la Junta, entre los que destacan la popular heladería Los Italianos, el poblado de Carchuna, la Facultad de Medicina y edificios como el de la ONCE, el Banco Central, Elvira y Hotel Luz, entre otros.

Son la expresión viva de diversos registros arquitectónicos, desde la efervescencia regionalista -que tuvo sus máximas expresiones en la provincia de Granada, junto a Sevilla y Córdoba- a la producción arquitectónica más reciente, pasando por los primeros balbuceos de la modernidad en el primer tercio del siglo XX.

En muchos casos constituyen también la memoria de un uso que, aunque quedó atrás, sigue presente en la retina debido a la robustez de los elementos arquitectónicos con los que fueron construidos, mientras que, en otros casos, son símbolos entrañables de un uso social que atañe a la idiosincrasia del lugar.

Con la catalogación de estos edificios, la Administración autonómica pretende promover la justa valoración y protección de esta arquitectura, resaltando su valor patrimonial y reivindicando su enorme potencial como elemento estructurante del desarrollo económico y local. Así, tal y como explicó el arquitecto y coordinador para el IAPH del Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea, Plácido González Martínez, "se harán catalogaciones genéricas de los edificios a proteger", para lo que se ha contado con la estrecha colaboración de la Dirección General de Bienes Culturales, miembro integrante del comité seleccionador de las obras. Aunque la catalogación genérica supone una protección más leve que la relativa a los Bienes de Interés Cultural, "supone una declaración por parte de la Junta de establecer una protección".

Para llevar a cabo estos objetivos, la Administración autonómica ha reservado un presupuesto total de 200.000 euros, que se destinarán en parte a la organización de una exposición itinerante que verá la luz el próximo año, así como a la edición de un libro sobre la investigación que se ha llevado a cabo.

El coordinador del equipo provincial de Granada, el arquitecto Antonio Jiménez Torrecillas -que ha trabajado en este proyecto junto a los colaboradores Alberto García Moreno y David Arredondo Garrido- destacó la intención de su equipo de trabajo de "que no sólo sean edificios grandiosos los incluidos en el catálogo, sino que se contemple también la calidad y el significado social".

Prueba de ello es la inclusión de Los Italianos, un "icono de la arquitectura contemporánea" cuyo grado de conservación es "excelente". El valor de este pequeño edificio no sólo hay que buscarlo en lo arquitectónico, sino que representa uno de los lugares más populares de la capital, donde, según los granadinos y visitantes, sirven el mejor helado de la ciudad, manteniendo el mismo ambiente y carácter desde su creación. Según Jiménez Torrecillas, se trata de "un proyecto muy bien ejecutado" y que es "patrimonio de todos".

En la misma línea, otros edificios como el Secadero de tabaco de Purchil -levantado en los años 70 y que hoy en día es recuerdo del cultivo en la Vega- y un edificio para la extracción y transporte del mineral de los años 50 cercano a la presa de Rules también recibirán protección. Este último es el vivo ejemplo de edificio industrial "muy valioso y que sigue en pie gracias a la robustez de construcción".

En palabras de Jiménez Torrecillas, construcciones como las que se recogen en el registro son eslabones de "la cadena de la memoria que abrieron el horizonte de la contemporaneidad", teniendo en cuenta que "cada carta que una generación descubre forma parte de lo que viene detrás".

Pero todo ello aplicando la perspectiva y objetividad necesarios, objetivos que llevaron, según advierte el experto, a no incluir en el catálogo edificios de la última década. De haber sido así, la nueva sede de CajaGranada estaría a buen seguro presente , según señaló.

Los Italianos o el Secadero de Purchil son ejemplos "colaterales" que figuran junto a grandes obras de García de Paredes -figura importante del último cuarto de siglo de Granada y que tuvo relevancia excepcional en la arquitectura española, como la Real Sociedad de Tiro Pichón o el Auditorio Manuel de Falla, o construcciones de Carlos Pfeifer, como el Colegio Mayor Loyola o la Casa Sindical. Respecto a estos grandes edificios, Plácido González señaló que Granada es "una provincia que tiene una calidad excepcional".

Así, en el RAAC figuran obras que son especialmente representativas del siglo XX y que ya estaban protegidas, como el Carmen de la Fundación Rodríguez Acosta, al que se refirió como "guía clara del nivel que se está buscando" y los Palacetes del Paseo de la Bomba, ejemplo de la singularidad del proyecto, que no sólo ha pretendido intervenir en la catalogación de piezas, sino en conjuntos urbanos que den buena cuenta del patrimonio contemporáneo desde el punto de vista urbano.

En la RAAC también están presentes poblados como El Chaparral o las Minas de Alquife, pendientes de recibir protección, y el Auditorio Manuel de Falla, un edificio que apenas tiene 30 años y sobre el que ya se ha redactado la documentación para la catalogación genérica.

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