La Defensora del Pueblo pide un proyecto "humilde y liviano" para el nuevo Atrio

Cultura ya se ha puesto en contacto con el equipo de arquitectos, que están dispuestos a afrontar la redefinición de accesos a la Alhambra

La responsable de la institución estatal reconoce que la gestión de un monumento como la Alhambra debe ser "bien difícil", más aún con una presión turística. / G. H.
G. S. M.

Granada, 10 de enero 2017 - 02:35

Hace apenas doce días que el proyecto del Atrio de la Alhambra quedó formalmente paralizado. La 'crisis' surgida a raíz del informe elaborado por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), máximo órgano asesor de la Unesco en materia de patrimonio mundial, se cerró en apenas una semana, cuando el pleno del Patronato adoptó el posicionamiento de Icomos y diseñó una hoja de ruta que pasa por la reelaboración del programa de necesidades del monumento y la reformulación total del proyecto por parte de los propios arquitectos del Atrio original. Sin embargo, las reacciones sobre la decisión del Patronato y el futuro de los accesos al monumento continúan llegando.

La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha sido una de las últimas en posicionarse a favor de Icomos. En el Blog del Defensor del Pueblo, Becerril publicó el pasado día 3 de enero una entrada en la que pide un proyecto "humilde y liviano" para la recepción de visitantes de la Alhambra. A su juicio, el proyecto del Atrio "no debería ser grandioso", sino todo lo contrario, debería estar "tan adaptado al medio que apenas fuera discernible". Becerril, que elogia a la Unesco por solicitar "con derecho y razón" opinar sobre los futuros accesos, apunta que la llamada de atención de Icomos sobre el proyecto original de Álvaro Siza y Juan Domingo Santos "podría evitar una actuación que resulte invasiva, excesiva o llamativa".

La institución estatal recuerda que la Unesco declaró el conjunto monumental de la Alhambra patrimonio de la humanidad en 1984, lo que implica que "puesto que pertenece a esta, no pueden alterarse sus esencias, que deben ser transmitidas a generaciones posteriores", y señala que la catalogación "siempre puede ser revisada". Becerril reconoció que la conservación de un monumento de las dimensiones de la Alhambra, con una "delicada arquitectura, elaborada decoración y frágiles materiales" debe resultar "bien difícil" y costosa, más aún cuando el turismo "empuja a crear nuevos accesos, nuevas entradas dentro del conjunto que nunca resultarán suficientes pues el turismo crecerá y demandará más y más".

Quienes siguen defendiendo la necesidad de unos nuevos accesos son los arquitectos del proyecto original. La Consejería de Cultura ya se ha puesto en contacto con el equipo, informando a los ganadores del concurso internacional de la intención de la Junta y el Patronato de contar con ellos para resideñar el Atrio. "El Atrio de la Alhambra es una necesidad y la Consejería de Cultura tiene interés en que el proceso sea rápido y fluido", aseguró a este periódico Juan Domingo Santos, apuntando que tanto él como Siza están dispuestos a adaptar el proyecto a las necesidades que se fijen por la Comisión Técnica de la Alhambra. "Nosotros tenemos el encargo legítimo del proyecto porque ganamos el concurso", resaltó Santos, apuntando que abordarán "los cambios necesarios" una vez que conozcan los nuevos requisitos. "Adaptaremos el proyecto a lo que nos diga la Comisión Técnica".

La reunión de este órgano del Patronato está prevista para enero, y será el primer paso para redefinir el proyecto de los nuevos accesos al monumento.

Enero, la fecha clave para el reseteo del proceso

La reunión de la Comisión Técnica del Patronato de la Alhambra en enero supondrá la primera fase del proceso de redefinición del Atrio de la Alhambra. Aunque todavía no hay fecha fijada para el encuentro que tiene que revisar el programa de necesidades para la recepción de visitantes, el pleno del Patronato acordó que se celebraría este mes de enero. Una vez que se definan las nuevas necesidades, se solicitará una valoración de impacto patrimonial y se abrirá un proceso participativo en el que se pedirá la opinión de las administraciones que forman parte del Patronato y de las distintas plataformas. Además, se invitará a una delegación de Icomos a que valore in situ y haga sus aportaciones. Una vez cumplido este proceso, la Alhambra se sentará con los arquitectos para abordar la reformulación del Atrio.

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