Deporte 'made in' la Alpujarra

Hace casi un siglo en la localidad granadina de Lanjarón, Baltasar Fábregas tuvo la brillante idea de clavar un mástil de madera en el suelo a cuyo extremo superior ató una cuerda y del contrario una pelota; con ello consiguió que sus once hijos no perdiesen la bola y que no tuvieran que recogerla tan a menudo en el abrupto terreno de Lanjarón. Así nació el spiribol. En el año 2002 su nieto Jesús Candel Fábregas mejoró los materiales y desarrolló las reglas del mismo para convertir este juego en una nueva modalidad deportiva, pero con un objetivo en mente: crear un deporte que sirviera para ayudar a los niños más necesitados.

El spiribol se puede practicar en cualquier terreno, es accesible a todo el mundo -incluso a personas con discapacidad física o psíquica-, es un deporte fácil de aprender y jugar y no requiere pista ni instalación, por lo que resulta un deporte barato de practicar. La superficie de juego no es un obstáculo para este deporte. El spiribol se puede practicar en nieve, playa, césped, albero, tierra batida, asfalto, cemento, etc...

El novedoso deporte se ha introducido desde el año 2002 en más de 25 colegios de Granada y se practica con enorme aceptación y éxito entre los escolares en las mismas clases de Educación Física como un deporte más. En la actualidad son más de 20.000 alumnos los que lo practican en la capital.

Para crear la Fundación Spiribol, Jesús Candel, promotor del nuevo deporte de origen granadino, pidió ayuda al grupo humorístico Tricicle con el objetivo de hacer llegar este nuevo deporte a todos y ayudar al mismo tiempo a los niños más desfavorecidos.

Tampoco quiso faltar a la presentación uno de los componentes de Tricicle que estuvo acompañado por la esquiadora granadina María José Rienda y el humorista Millán Salcedo quien pidió a las grandes empresas "que dejen de patrocinar deportes ricos como el fútbol que ven sin cesar cómo entran millones a sus arcas y que ayuden a deportes tan solidarios como éste a los que les hace falta un pequeño empujón para despegar". En el acto de presentación el alcalde, José Torres Hurtado, recibió por parte de la fundación una pala para poder jugar al spiribol. Tras recibir el obsequio, José Torres Hurtado deseó un futuro alentador a este deporte nacido en la provincia.

Jesús Candel también tomó la palabra para hablar de la Fundación. No pudo controlar sus emociones y, visiblemente emocionado, mostró su satisfacción al ver a niños en la plaza del Carmen jugar al spiribol. El nieto del fundador del solidario deporte insistió en el objetivo solidario de la fundación y solicitó a los medios que sean embajadores de este deporte para divulgarlo. Alumnos de los colegios Santa María Hijas de Jesús y Sagrada Familia jugaron ayer al spiribol en la plaza del Carmen. Por un día cambiaron los libros por otro tipo de enseñanza: la de la solidaridad.