Doce meses de revulsivo económico

La apertura de los tramos pendientes de la A-7 ha supuesto una auténtica revolución en la Costa. Aunque tarde, los sectores económicos de la comarca sienten que por fin juegan con algunas de las ventajas con las que cuentan otras zonas competidoras.

Los motores de empleo han notado cómo en estos últimos doce meses las cosas han cambiado de manera significativa. De hecho, este verano el efecto se podía notar por tierra, mar y aire, pues mientras que los habitantes y visitantes se daban un baño en la playa, asistían a escenarios nunca vistos antes, como un ir y venir constante de ferris que salían y entraban al puerto, helicópteros, aviones y cruceros que realizaban rutas turísticas y una afluencia de personas -llegadas la mayoría a través de carretera- fuera de lo habitual. También ha habido más empresas de actividades náuticas, y en lugares en los que por primera vez se prestaban esos servicios, como La Rijana, de Castell de Ferro.

La apertura de la autovía A-44 ha favorecido la competitividad del Puerto de Motril, completándose una conexión más directa entre Motril y Granada con Madrid y el norte de Europa y entre esta ciudad y el norte de África. "Gracias a las excelentes comunicaciones por carretera pueden realizarse transportes especiales, como la exportación de las mayores palas para eólicos que se fabrican, sin necesidad de atravesar ningún núcleo de población ni semáforos. Además, a ello se añade que el Puerto de Motil es el único con tres aeropuertos, uno de ellos internacional, a menos de una hora de carretera", señala el presidente de la Autoridad Portuaria, Francisco Álvarez de la Chica.

Sergio García Alabarce, máximo responsable de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical, valora que "evidentemente, se han acortado las distancias, y se ha conseguido -por fin, que ya era hora- que exista un trayecto continuo desde Algeciras hasta Barcelona por autovía". En definitiva, cree que "se ha conectado a la Costa Tropical" con el exterior, con todo lo que ello conlleva. "Las empresas de transportes han ahorrado en costes al desplazarse por una vía de alta velocidad y se ha producido un efecto multiplicador en la economía y en la forma de relacionarnos", continúa.

García recuerda cómo antes se empleaba casi una hora en llegar por carretera a los municipios de la Costa oriental: "Antes desplazarse hasta La Rábita o Albuñol era como ir al fin del mundo", entre las curvas y los constantes cortes de carretera, y la imposibilidad de adelantamientos. También con las comarcas vecinas ha mejorado la comunicación: "Ir a La Contraviesa, o que ellos vengan aquí, era una odisea y ahora es sólo un paseo", concluye.

El presidente de la Asociación de Empresarios de la Costa Tropical, Luis Martín Aguado, destaca el "enorme beneficio" que ha supuesto para el Puerto de Motril, pero también para los sectores que tiran de la economía de la comarca, como el turismo. "Teníamos miedo de que los visitantes pasaran de largo, ahora que podían desplazarse de manera más cómoda hacia Málaga o Almería, pero no ha sido así, y no sólo no se ha resentido, sino que ha venido muy bien; también en el sector hortofrutícola, pues la inmensa mayoría de las mercancías son transportadas fuera, una gran parte al extranjero, pero también a Mercamadrid o Mercazaragoza, y ahora, gracias a la A-7, los transportes son más efectivos y eficaces".

La agricultura, que está tirando de miles de empleos en la comarca, sobre todo gracias al competitivo sector hortofrutícola, también se ha visto favorecida. De hecho, no hay nada más que darse una vuelta por sus tramos orientales para comprobar cómo los camiones no paran de circular, de manera más llamativa que por cualquier otro punto de la comarca.

El presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Granada, Fulgencio Torres, comenta que "antes muchos camiones que tenían que venir a cargar la mercancía desde Almería no querían acercarse, ya que argumentaban que no les convenía por el gasto en gasoil y las curvas, pero afortunadamente esa situación ya se ha desechado". Así, "todo el mundo en el sector celebra poder contar con la autovía y la valoran como una mejora, más que nada porque era necesaria, sobre todo para nosotros que no contamos con tren ni con otros medios de transporte que respondan a nuestras necesidades". También valora el hecho de que ahora en esos trayectos "se ha ganado mucho en seguridad".

Y, por supuesto, se ha fortalecido el turismo, que ha registrado datos históricos este verano. Así, según Rafael Lamelas, presidente de la Asociación de Hoteleros de la Costa Tropical, han notado un incremento en las procedencias de la comunidad valenciana y murciana, pero sobre todo, una mejora en cuanto a imagen, ya que "los atascos que se producían en travesías como la de Torrenueva enfadaban mucho a los visitantes que se veían involucrados en colapsos de horas, una situación que se ha estado produciendo durante demasiados años y que, afortunadamente, ya es pasado". También ha cambiado la manera de desplazarse de las personas que decidían ir al litoral para disfrutar de un día de playa, de fines de semana o de vacaciones, puesto que al acortar distancias y tiempos ya no hay excusa a la hora de desplazarse. Incluso ha cambiado hábitos: "Había muchas personas que se marchaban por arriba, Granada, Guadix o Baza, hacia otras provincias a la playa, y que este verano ya se han quedado por aquí", añade el director del Hotel Helios.

En cuanto al sector pesquero, también ha repercutido, puesto que -según comenta la jefa de la lonja de Motril, Mari Luz Ruiz-, ahora hay menos pereza por parte de los compradores que vienen cada día a comprar su pescado fresco y que en apenas unos minutos pueden tenerlo en sus restaurantes de la capital o de otros puntos de la provincia para ofrecérselo a sus clientes.

Pero si alguien ha experimentado una mejora significa han sido los habitantes de la zona oriental, los últimos en quedar conectados por la A-7. La alcaldesa de Gualchos-Castell de Ferro, Toñi Antequera, comenta que han percibido un incremento de visitantes muy significativo ya desde la pasada Navidad, Semana Santa y, sobremanera, el verano. "Muchas personas que poseían apartamentos vacacionales aquí antes no venían tanto, y ahora se animan las familias enteras a bajar con mucha más frecuencia, pues sólo tardan 45 minutos desde Granada, de donde son muchos propietarios, aunque también hay de Jaén o Madrid". Además, ha habido un incremento de ventas de viviendas, según comentan desde el sector inmobiliario.

Según Antequera, el municipio se está "adaptando a la nueva situación". Así, por ejemplo, este verano instauraron una medida de regulación de estacionamiento gratuito, para que hubiese una mayor rotación para aparcar cerca del mar y de la zona comercial.

En general, atrás quedaron los tiempos en los que los estudiantes tenían que quedarse sí o sí en Granada, por el engorro de tardar horas en el trayecto y de las tediosas curvas. Ahora el que se queda es porque quiere, puesto que en media hora desde Salobreña o Motril ya se está allí. Eso, asimismo, ha favorecido el intercambio laboral de mucha personas que antes no se planteaban como opción subir y bajar a la capital y que ahora lo vean como una nueva fuente de oportunidades. "Tardo menos tiempo en llegar a mi trabajo subiendo desde Motril que mucha de la gente de Granada", comenta Guillermo, que ha encontrado un empleo recientemente por el paseo del Violón.

Aunque el sector empresarial y el público se muestran entusiasmados por este revulsivo y, sobre todo, por las puertas que se abren, todavía queda mucho por hacer, pues muchos habitantes de la Costa aseguran no haber notado demasiado su apertura, excepto cuando tienen que desplazarse hasta Granada u otros lugares fuera de la comarca, sobre todo, los que se encuentran en la cola del paro. Una línea roja de marginación en la que permanecen casi una de cada dos personas en algunas zonas de la comarca.