Educación centra el gasto en paliar la asfixia de los colegios del Cinturón

Hace unas semanas, la delegada del Gobierno de la Junta en Granada, Sandra García, dio voz a las reclamaciones de padres y profesorado de los últimos años al admitir que el esfuerzo económico del área de infraestructuras educativas se centra este año "fundamentalmente" en los municipios del Cinturón por lo que denominó "cuestiones lógicas, cuestiones demográficas de la zona". La lógica a la que apeló entonces García es la que revelan los números del censo municipal, que evidencian que los pueblos del Área Metropolitana han crecido de forma constante en los últimos años al mismo tiempo que la capital perdía habitantes (de 246.000 granadinos en 1996 a 235.800 en 2015, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística). Y eso, a pesar de que la tendencia indique que cada año nacen menos niños -el próximo mes de septiembre se incorporarán al sistema educativo un 8% menos de niños de 3 años que en 2015-, obliga a que Educación invierta en ampliaciones, reformas e incluso nuevos colegios en los municipios limítrofes con la capital.

El pasado mes de septiembre, el sindicato CSI.F ya criticó que en la mayoría de los centros educativos del Cinturón se había superado la ratio para Infantil y Primaria de 25 niños por clase, hasta los 27 e incluso 28 que la ley permite en casos excepcionales. Entonces, el sindicato estimó que en el 70% de los centros educativos se había solicitado el desdoble de alguna unidad.

Aquella queja no era nueva. Se sumó a años de reclamaciones, tanto sindicales como de asociaciones de padres e incluso de equipos directivos, que demandaban más espacio y mejor dotación para sus centros. Pues bien, algunos de los municipios del Cinturón están a las puertas de dar carpetazo a la asfixia en las aulas y, sobre todo, de despedirse de uno de los lunares que más afean el inicio de cada curso escolar, la presencia de aulas prefabricadas. Otros, por contra, verán nuevos "módulos", como ahora se denominan en la Consejería, en sus instalaciones, una solución rápida y económica a la falta de espacio.

El CEIP Julio Rodríguez de Armilla -rebautizado como Miguel de Cervantes- será uno de los que se despidan en los próximos meses de los barracones. Las obras, ya licitadas, permitirán eliminar tres módulos, con un total de seis aulas. El municipio de Armilla ha sumado más de diez mil nuevas almas a su censo poblacional en sólo nueve años, y los tres colegios de Primaria que existen en la actualidad están saturados. Pese a que desde hace años se solicita un nuevo centro en Armilla, por ahora lo único previsto es la ampliación del Julio Rodríguez, con 225 nuevos puestos escolares y un coste de 1,5 millones de euros. El centro, creado hace más de 30 años, ofertaba aula matinal, comedor y actividades extraescolares pese a no tener espacio. Las obras dotarán al centro de comedor, lo que "permitirá recuperar el uso original como sala de usos múltiples", se destaca en la Consejería.

Este colegio metropolitano, como muchos otros en Granada, se ha visto obligado a lo largo de los años a forzar al máximo el espacio para dar cabida a las demandas de los padres y a los diferentes programas que diseña la Consejería. Sirva como ejemplo la biblioteca viajera del CEIP Arco Iris de Churriana de la Vega. La imaginación del equipo directivo palió, en buena medida, la falta de espacio para libros, que, hasta el pasado curso, ocuparon un espacio en la entrada del propio colegio. Churriana es, precisamente, uno de los municipios que en los próximos meses estrenarán colegio. Actualmente cuenta con dos, el Arco Iris y el Virgen de la Cabeza, y los dos están desbordados. Cuentan con aulas prefabricadas, y, en el caso del CEIP Arco Iris, ha acometido a lo largo de los últimos años hasta tres ampliaciones. "No tenemos más capacidad", destaca su directora, María José Rodríguez, que señala que el centro cuenta con 22 unidades pese a tener capacidad para 16.

El nuevo colegio estará listo en unos seis meses y en su construcción se han invertido 2,5 millones de euros. Serán 450 nuevos puestos que, además, podrían ampliarse en 225 plazas más si fuera necesario. El centro contará con huerto escolar e incluso un edificio independiente destinado a gimnasio.

El Ayuntamiento de Maracena es otro de los que verá solucionados "los problemas de espacio que persisten en la actualidad", según se reconoció en su momento desde el Consistorio. El municipio contará con un nuevo centro, al fin, después de años de espera. El proyecto ya estaba licitado en 2014, cuando se presupuestó por 2,4 millones de euros y se anunció un plazo de ejecución de ocho meses. Finalmente, la primera piedra se colocó la pasada primavera, y el presupuesto cayó a 1,9 millones. El nuevo colegio -al que ya se pudo optar a una plaza en el último proceso de escolarización- se construye con una línea de Infantil y otra de Primaria, "aunque el proyecto final contempla la futura creación de un centro tipo C3, con tres líneas", según se puntualizó desde la Agencia Pública Andaluza de Educación, entidad responsable de las infraestructuras educativas, al inicio de las obras.

Otro que verá ampliada su capacidad es el colegio público de Las Gabias. Más de 283.000 euros permitirán dar a luz un nuevo edificio con 450 nuevos puestos escolares -lo que da idea de la demanda que existe- para Primaria. En total, el colegio tendrá 675 plazas para escolares de Infantil y Primaria y, además, se eliminarán las aulas prefabricadas que estaban instaladas en el colegio Nuestra Señora de las Nieves. El centro ampliado contará con comedor con cocina de oficio, aula de educación especial con aseo adaptado y nuevas pistas polideportivas y zona de juegos. También hay previstas obras en el Pilar Izquierdo, del anejo gabirro de Híjar, en el que se prevén obras éste y el próximo verano a pesar de que en 2012 ya se acometió una esperada y demandada reforma del colegio, a la que en su momento se asignó una partida de 874.000 euros.

No sólo en los colegios del Cinturón habrá ampliaciones, porque los problemas de espacio afectan también a Secundaria y Bachillerato. En el caso de los institutos, las obras dependen directamente de la Consejería -en los colegios la competencia es compartida con los ayuntamientos- y este verano son dos los que acometen obras para albergar más aulas. Es el caso del IES Arabuleila de Cúllar Vega, en que se han presupuestado más de 775.000 euros para la construcción de un "módulo", según la Consejería, que contará con ocho aulas polivalentes. El IES Alhendín también contará en los próximos meses con un nuevo módulo, en el que se dispondrán cuatro clases de Bachillerato y un laboratorio. Todo ello se construirá "sobre un porche", al que se ganarán, de este modo, 120 nuevos puestos para estudiantes, que actualmente ocupaban el laboratorio o el aula de música. En la construcción de este módulo Educación gastará más de 363.000 euros.

En el caso de los institutos, el problema de la necesidad de ampliar plazas llegará con más intensidad en los próximos años, ya que lo lógico es que los escolares que ahora se matriculan en los centros de Infantil y Primaria de los municipios del Cinturón prosigan sus estudios en institutos de sus localidades. Sirva como ejemplo la situación de algunos centros públicos de la capital, que se ven obligados a absorber al alumnado egresado del colegio y se ven saturados. Una de las demandas de los centros es, entre otras, contar con un nuevo instituto en Cenes de la Vega, que alivie el exceso de demanda que sufren, por ejemplo, el Zaidín Vergeles o el Soto de Rojas.