Educación reconoce en una resolución los años de trabajo de los docentes que se han quedado en la calle por un error

La Dirección General del Profesorado y Gestión de Recursos Humanos de la Consejería de Educación y Deportes ha hecho pública una resolución por la que se reconoce el tiempo de servicio de los docentes de la bolsa de Geografía e Historia bilingüe que se han quedado en la calle por una sentencia judicial tras un error de la Administración en la configuración de las bolsas.

La sentencia obliga a la exclusión de la bolsa docente de un grupo de una veintena de docentes, entre ellos varios de Granada. Tras la ejecución de la decisión judicial, la Consejería dicta esta resolución, en la que recoge entre los fundamentos de derecho que en otra sentencia los aspirantes "ajenos a la irregularidad cometida, concurrieron de buena fe", además de desglosar un precedente análogo, en el que se dictó de oficio el tiempo de servicio "al objeto de no vulnerar los derechos adquiridos por el personal afectado".

Así, con estos antecedentes, se resuelve desde la Consejería "reconocer de oficio al personal" que se relaciona, 22 docentes, "el tiempo de servicio prestado en la bolsa del Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria", en la especialidad de Geografía e Historia bilingüe inglés.

Una treintena de docentes recibieron la notificación de la Consejería de Educación y Deporte mediante la cual les informa de una sentencia judicial que les obliga a cesarles de sus puestos de trabajo y a expulsarles de la bolsa de trabajo creada en 2016 al existir errores de forma en su constitución. Este fallo de la Junta acarrea graves consecuencias en unos docentes que salen de sus centros educativos tras el primer trimestre.

“Se propone su cese y expulsión de la bolsa bilingüe de Geografía e Historia”. Así reza la carta enviada por el departamento que dirige Javier Imbroda a unos 30 profesores (la consejería afirma que sólo son 23) para dar cumplimiento a la sentencia que pone fin al procedimiento judicial iniciado por un demandante que reclamó contra la constitución de la referida bolsa de empleo hace un lustro.

Una de las afectadas es María Ortiz, que ha trabajado hasta hace una semana en el IES Fray Luis, de Granada capital, donde ocupa una vacante de larga duración. Las ventajas laborales que proporciona ser integrante de una bolsa extraordinaria la impulsaron a “volcar” todo su tiempo de servicio en la que existía desde 2016 y no en la ordinaria, lo que provocó que desde junio no formara parte de esta última. “Me estaba cavando mi propia tumba”, admite Ortiz, quien acusa a Educación de “negligencia”. “Debería habernos informado de que había un proceso judicial que podía afectar a nuestros puestos de trabajo”, lamenta.