Emasagra, empresa municipal de Aguas, sociedad participada por Hidralia y el Ayuntamiento de Granada, ha alcanzado por segundo año consecutivo la neutralidad climática. Ya fue pionera en lograrla en el año 2020 a través de una estrategia que incluyó la reducción continuada de emisiones de carbono mediante la generación y uso de energías renovables, la gestión circular de los residuos que se producen en los procesos de depuración y la compensación a través de proyectos sostenibles. Todo ello, con la aportación añadida de la apuesta de Emasagra por la innovación tecnológica y la transformación digital. En su compromiso en la lucha contra el cambio climático, los esfuerzos futuros se centrarán en nuevas alianzas para reducir emisiones en la cadena de valor, promoviendo dicho reto entre sus proveedores.

Además del continuado esfuerzo en la reducción de emisiones, del que hoy se conmemora el día mundial, aquellas que no es posible evitar se compensan a través de diversos proyectos. En este caso Emasagra participará este año en la repoblación forestal en el Monte Orzaduero, en la localidad castellano-leonesa de San Martín del Pimpollar, en Ávila, y en la generación de energías renovables en India y Vietnam.

Cada tonelada de CO2 compensada por la empresa granadina corresponde a un certificado de reducción de emisiones (CER) validado por la Junta Ejecutiva del MDL (Mecanismo de Desarrollo Límpio), regulado por el Protocolo de Kyoto y Naciones Unidas.

En su preocupación por minimizar el impacto medioambiental en sus procesos e instalaciones, la empresa ya consiguió ser la primera en el sector en calcular y reducir su huella de carbono completa, considerando sus emisiones directas e indirectas. Así, desde el año 2014 calcula y verifica este indicador de sostenibilidad que le ha permitido conocer los principales focos de emisión de su actividad y priorizar aquellos sobre los cuales es necesario actuar.

Emasagra también calcula y certifica su huella hídrica y de agua bajo estándares internacionales. Sus depuradoras funcionan como una biofactoría, integrando los principios de la economía circular en su modelo de gestión, y es capaz de generar recursos de calidad a partir de los residuos.

El principal logro de la empresa para reducir sus emisiones y conseguir la neutralidad es el aumento de la producción y autoconsumo de energía renovable, tanto en cogeneración -valorizando energéticamente el biogás que se obtiene del proceso de depuración- como en solar fotovoltaica e hidroeléctrica. Además, la energía restante necesaria es 100% renovable, ya que la entidad contrata desde 2016 energía con Garantía de Origen Renovable.

Emasagra cosechó, precisamente, el pasado año el Premio Andalucía de Medio Ambiente, que reconoció el trabajo de la compañía durante varios años en el cálculo de su huella de carbono, la reducción y la compensación hasta lograr "la plena neutralidad climática en todas sus instalaciones, alcanzada en 2019”.