Miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada encontraron en la mañana de ayer restos óseos que podrían pertenecer a una fosa común de fusilados durante la Guerra Civil en las inmediaciones de un barranco en la localidad de Vélez de Benaudalla. Sitio que coincide con el que apuntan los lugareños como en el que ocurrieron varios fusilamientos de personas que venían de Málaga, al situarlo en las cercanías del cortijo del Noguerón y en medio de dos grandes pinos. Antes era una zona arbolada y próxima a la antigua carretera nacional que comunicaba la costa y la capital granadina y servía de unión con un camino con Los Guájares, ruta que según los veleños fue utilizada en algunos casos para la huida.

En septiembre, la alcaldesa de Vélez de Benaudalla, Pilar Peramos, solicitó a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada que estudiara la fosa de la que prácticamente todo el pueblo hablaba y que podía estar ubicada en una zona cercana al lugar donde ha aparecido. El hallazgo se produjo durante una de las rutas periódicas que desarrolla el colectivo por distintas zonas de la provincia donde tienen constancia de la existencia de fosas.

En esta ocasión se percataron de un hueso que estaba completamente al aire así como de un cráneo. Al parecer, estos restos pudieron quedar al descubierto hace unos 20 años cuando una máquina excavadora, de pequeño tamaño, hizo una zanja para el paso del agua de una finca a otra. La situación del lugar entre matorrales y pinares pudo impedir el ser encontrado con anterioridad. También han podido influir en su descubrimiento las últimas lluvias.

El hecho de que uno de los huesos que apareció, posiblemente el húmero, estuviera al menos a tres metros de distancia, puede servir para "pensar que pueden haber varias personas enterradas".

Según la presidenta de la asociación granadina, Maribel Brenes, los restos encontrados podrían pertenecer a algunas de las personas que se desplazaron o huyeron durante la Guerra Civil por la antigua carretera que conectaba con la costa y venían desde la provincia de Málaga o iban hacia la Alpujarra.

Los restos óseos fueron retirados por miembros de la Brigada Judicial de la Guardia Civil para su posterior análisis por parte de miembros del Instituto de Medicina Legal de Granada, que serán los que determinen a qué época pertenecen. Si certifican que lo encontrado pertenece a fallecidos durante la Guerra Civil española, la asociación granadina iniciará los trámites judiciales para poder exhumar esta fosa de acuerdo con lo previsto en la Ley para la Recuperación de la Memoria Histórica. Para ello deberán presentar un informe al Juzgado de Instrucción tres de Motril.

Peramos apunta que la rumorología en el pueblo hablaba mucho de esta fosa, pero que no se sabía ubicar con exactitud y considera que en ella podría haber una treintena de personas que utilizaban el camino de Los Guájares o la antigua carretera de Granada para poder salir de la zona. Desde el Ayuntamiento ya habían realizado gestiones para intentar ubicarla con exactitud.

El vicepresidente de la asociación, Rafael Gil Bracero, apunta que en los próximos días se facilitará un informe al juez de Motril para que éste autorice a los arqueólogos que continúen con la búsqueda de cuerpos. Por la situación en la que está el que ha aparecido y por el lugar podría tratarse de la fosa común de Vélez Benaudalla ya que se encuentra en una zona cercana a un polvorín que tenía la Guardia Civil por el lugar.

Según Brenes, la primera impresión que tuvo cuando encontraron los restos óseos "fue la de llorar". "Ahora nos queda un duro trabajo y queremos seguir el protocolo marcado desde el principio, por ello lo primero que hicimos fue ponernos en contacto con la Guardia Civil. Y ahora deberá de ser el juez el que nos autorice a continuar con la búsqueda. Una vez recuperados los cuerpos, les haremos pruebas antropológicas e intentaremos averiguar si coinciden con los ADN de los que se disponen", explicó.