Enero hace temblar las nóminas

Ayer a Zapatero tuvieron que pitarle los oídos. Seguro. Miles de trabajadores de todo el país maldijeron, al comprobar ansiosos el estado de sus cuentas corrientes, el día en el que al presidente del Gobierno y al por entonces ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, se les ocurrió ayudar a los contribuyentes deduciendo 400 euros de su contribución al IRPF. Porque la retirada de esta ayuda, establecida cuando las arcas del Estado aún no habían sufrido los efectos de la crisis, y la subida de los tipos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que entró en vigor en 2010 ha rebajado las nóminas de miles de españoles. Y en plena cuesta de enero.

"Cuando he comprobado los últimos movimientos de mi cuenta me he llevado un susto al ver que me habían ingresado 43 euros menos en mi nómina", explicó ayer Josefa Ruiz, una trabajadora que ha visto cómo en un mes su sueldo ha pasado de 1.062 a 1.019 euros. "He ido corriendo a pedir explicaciones porque creo que es una cantidad considerable. Con 40 euros puedo pagar el recibo de la luz o hacer muchas otras cosas", indicó, indignada por un recorte que no podría llegar en el peor momento. "Para mí todavía no ha terminado la cuesta de enero y tengo una serie de gastos previstos que no podré afrontar, así que tendré que ajustar las cuentas", aseguró Josefa.

¿La explicación? Los dichosos -al menos cuando subieron las nóminas lo fueron, en sentido literal y sin ningún tipo de ironía- 400 euros de Zapatero y los cambios en el porcentaje de retención aplicable. Tras consultar con el departamento de administración de su empresa, Josefa constató que su aportación al IRPF había subido, aunque aún tendrá que esperar a recibir su nómina en papel para saber exactamente cuánta culpa tienen los 400 euros de su nuevo -y reducido- sueldo. "Si esto, como me han dicho, se debe a la ayuda de los 400 euros, hubiera preferido que no me los dieran nunca", aseguró.

Rosa González también se sorprendió cuando comprobó que su nómina se había reducido en 11 euros. Aunque reconoció que no se trata de una cantidad desorbitada, la trabajadora recordó que en un momento en el que los precios no dejan de subir, la reducción del salario, por mínima que sea, parece una broma pesada. "Me ha sentado muy mal. Me gastaba 200 euros en gasolina y ahora me cuesta con 250, con el subidón que ha registrado. Y, encima, la entrada del año la hago con 11 euros menos. Sé que es poco dinero, pero lo suficiente para cabrearme", señaló Rosa. "Sé que debería habérmelo esperado, pero no percibes tanto cuando te aumentan el sueldo como cuando te lo quitan. Además, lo peor es que el sablazo viene en febrero, después de la cuesta de enero", se quejó Rosa, que recordó que 11 euros es un pellizco considerable para un sueldo de apenas mil.

A excepción de los contribuyentes con rentas inferiores a 15.645 euros brutos anuales, que seguirán disfrutando de dicha deducción, todos los trabajadores granadinos que se han beneficiado de los 400 euros de Zapatero habrán visto reducido el importe de sus nóminas. En teoría, la deducción se mantiene íntegra para los trabajadores que cobren hasta 12.000 euros anuales y se hará progresiva hasta los 15.645 euros.