Con casi 6.000 alumnos inscritos, la Escuela Oficial de Idiomas de Granada se consolida como uno de los centros de referencia en la enseñanza de idiomas en Andalucía. Apenas un lustro después de su nacimiento y sin contar aún con un centro propio, la EOI ya cuenta en su palmarés con el primer galardón nacional a la calidad educativa: el Premio Marta Mata. Detrás de este logro se encuentra un almeriense, Juan Manuel Criado, que cumple 20 años de trayectoria profesional en escuelas oficiales de idiomas. El viernes recibió a este diario al tiempo que culminaba gestiones para el nuevo curso. Desde hace un par de años septiembre es una marabunta en la EOI de Granada y toda previsión es poca. Sobre todo desde que se ha empezado a solicitar para todo el nivel intermedio (B1) de inglés estipulado por el marco europeo.

-Pero las matrículas se formalizan en julio, ¿por qué tanto trabajo entonces en septiembre?

-Porque muchos no se matriculan. En marzo rellenan su solicitud, pero cuando llega julio se les olvida que tienen que matricularse o no están en la ciudad. El caso es que en septiembre reclaman la plaza y se acuerdan hasta de mi padre. Así que este mes mis compañeros están llamando a todos los suscritos para recordarles que deben matricularse.

-¿Para qué sirve la titulación que se imparte en la EOI?

-Es el único título oficial no universitario que acredita el conocimiento de un idioma homologado por la Unión Europea. Hoy en día es esencial para encontrar trabajo o mejorar laboralmente. Además otorga puntos en los concursos de traslados, de méritos, de oposiciones y créditos de libre configuración en la universidad.

-¿Qué idioma está en auge?

-El alemán. La demanda laboral que hizo en enero la presidenta alemana Angela Merkel provocó un auténtico efecto llamada. Hemos tenido 650 solicitudes para estudiar primero de alemán el curso que viene, cuando nuestra oferta es de 150 plazas, y la mayoría son licenciados de carreras técnicas. Ojalá pudiéramos satisfacer toda la demanda...

-¿Por qué no se solicitan más plazas para la EOI de Granada?

-Porque no tenemos espacio. Nuestra prioridad ahora es hacer el traslado al centro Arrayanes, porque llevamos seis años compartiendo edificio con otras enseñanzas. Cuando estemos instalados solicitaremos a Educación una ampliación de la oferta.

-¿Cuándo está previsto el traslado?

-Si todo va bien, para el curso 2012-2013 impartiremos las primeras clases en el centro que ahora alberga el colegio Arrayanes.

-Pero allí también se compartirá espacio, ¿no?

-No. El compromiso de la Junta es que el edificio principal del colegio se destine en exclusiva para las enseñanzas de idiomas, pero como los vecinos de la zona pidieron que no desapareciera el colegio, se construirá un anexo para albergar las aulas de Primaria.

-¿Necesita alguna reforma el centro que acogerá a la EOI?

-Sí, este curso debe tramitarse el proyecto de transformación y, para el siguiente, espero que podamos hacer el traslado. Es una obra de mucha envergadura.

-¿Ya tiene el proyecto de obra?

-No. Educación ha asegurado que dejaría cerrado este curso el proyecto, pero todavía no lo he visto. Imagino que lo recibiré antes del 30 de julio. Espero que la Junta cumpla su promesa, la delegada Ana Gámez se comprometió personalmente, y agilice el traslado de la Escuela de Idiomas.

-La EOI de Granada ha pasado de atender a 500 alumnos el primer año de apertura (2005), a casi 6.000 entre las enseñanzas presenciales y las online este curso, ¿cómo se ha conseguido ese crecimiento sin centro propio?

-Con mucho esfuerzo por parte de todo el equipo. Empezamos en el IES La Madraza compartiendo espacios, pero a los dos años aquello se quedó pequeño y nos trasladaron de forma provisional al IES Francisco Ayala, donde hemos cumplido ya el cuarto curso. Los que trabajamos para las EOI estamos acostumbrados a compartir espacios porque no son enseñanzas obligatorias, pero es muy complicado cuando la demanda crece a una velocidad tan grande. No sólo por las áreas comunes, la limpieza, los arreglos... todo es motivo de fricción, pero hasta ahora lo hemos ido resolviendo bien porque las enseñanzas medias se imparten por la mañana y las de idiomas por la tarde. De todas formas, Granada es, junto a Jaén, la única capital de provincia donde todavía la EOI no tiene edificio propio.

-¿Cuál es la clave del éxito de las Escuelas Oficiales de Idiomas?

-La calidad y el precio. Es un privilegio recibir 140 horas anuales de un idioma por 70 euros y con un título homologado por la UE.

-¿Existe en Granada mercado como para tener una EOI y un Centro de Lenguas Modernas?

-Sí, en Granada ofrezcas lo que ofrezcas siempre hay demanda. Pero estamos haciendo una campaña fuerte de divulgación para dar a conocer la escuela. Al principio todo el mundo la confundía con el Centro de Lenguas Modernas, que está adscrito a la Universidad de Granada, pero los usuarios son muy distintos. En eso juega en nuestra contra no tener aún un edificio propio, la gente no nos ubica bien todavía y como la población granadina es tan fluctuante debemos hacer una campaña constante de divulgación.

-¿Qué perfil tiene el alumnado de la EOI de Granada?

-Lo integran tanto estudiantes como profesionales y la mayoría tienen entre 25 y 45 años. En Granada impartimos seis modalidades de enseñanza de idiomas, unos 2.840 alumnos están apuntados a los cursos presenciales (alemán, árabe, francés e inglés), a los oficiales semipresenciales (sólo de inglés), a los Cursos de Actualización Lingüística del profesorado (CAL) y a los mismos pero de forma online. Y otros 2.850 optan por los cursos a distancia con el programa That´s English, que sólo se oferta para inglés en un nivel intermedio (B1), la matrícula es en septiembre y tiene una demanda enorme. Luego están los que van por libre, que no asisten a clase y sólo realiza los exámenes del nivel correspondiente que se inscriben en abril. Entre unos y otros la EOI de Granada atiende a casi 6.000 personas cada año.

-¿Usted cree en las fórmulas mágicas del tipo 'aprenda inglés con mil palabras'?

-No, eso es un engaño. Los idiomas son como la música, necesitan mucho esfuerzo y trabajo. De hecho, muchos alumnos creen que con asistir a clase es suficiente y se frustran cuando ven que además deben trabajar el idioma en casa y nos tachan de exigentes. Además deben viajar para practicarlo o echarse un novio o novia que hable la lengua. Por el hecho de asistir a clase no se garantiza el aprendizaje.