Granada

La FP Dual choca con la falta de fondos y la debilidad industrial

  • El programa, que prevé que los alumnos alternen clases y prácticas, apenas puede crecer

El exministro Ángel Gabilondo lo expuso recientemente en Granada. La FP Dual apenas podrá crecer hasta alcanzar al 5% del alumnado de la Formación Profesional. Este modelo educativo -que pretende 'importar' el sistema alemán que conjuga clases en el instituto con prácticas en empresas- nace raquítico, lastrado por la falta de tejido industrial, la financiación y por su planificación.

En números. En la provincia estudian FP 14.158 alumnos. La Delegación de Educación afirma que, de éstos, unos 300 de nueve centros participan en 20 proyectos formativos de FP Dual, con la implicación de 262 empresas. Esto supone que la actual oferta alcanza a apenas 2% del alumnado. Es cierto que el modelo español lleva pocos cursos en funcionamiento, pero Ángel Gabilondo reseñó en Granada que, como mucho, podrá crecer hasta el 5%. El exministro también habló de la necesidad de tener en cuenta la realidad del entorno. Más allá de copiar a Alemania, Gabilondo afirmó que "hay que vincular al territorio, a la realidad. Y España no es que tenga un sistema productivo maravilloso". El peso de la industria en España es del 17% del Producto Interior Bruto (PIB). En Andalucía, el porcentaje cae al 12,03%, mientras que en Granada es de apenas el 9,19%.

Otro problema es la planificación. Con los número facilitados por la Delegación, en cada proyecto de prácticas participan unos 15 alumnos. Eso supone que -atendiendo a las ratios de FP, con 30 alumnos por aula- la mitad de la clase se va de prácticas, la otra mitad se queda en el instituto. "Y los que se quedan tienen mejor formación que los que se van", explica el director del IES Virgen de las Nieves, Eduardo Fernández de Pinedo, que considera que lo lógico es que todo el alumnado tenga prácticas. Su centro fue uno de los primeros en Granada en solicitar entrar en el programa de FP Dual, y también ha sido de los primeros en salir, al no renovarse su proyecto para los ciclos de Carpintería y Electromecánica.

El razonamiento de Fernández de Pinedo es el siguiente. Los alumnos encuentran en las empresas un entorno que les facilita formación en un aspecto del trabajo, aquel para el que esa empresa se ha especializado. Por ejemplo, un estudiante del Grado Medio de Carpintería puede hacer prácticas en una empresa de barnices. Y sólo se dedicará a barnizar durante sus prácticas. Sin embargo, el currículo del Grado prevé que durante las clases se trabaje -además de con barnices- con maquinaria, prensas, en el montaje de muebles, en la selección de materiales, el trabajo de almacén...

Fernández de Pinedo expone, además, que "ninguna empresa va a dejar a un alumno sin experiencia trabajar con una máquina de 100.000 euros". Al entrar en el programa de FP Dual, este director pidió a Educación que se dotara al centro con "una serie de recursos económicos" para que el alumnado saliera con una mínima experiencia. Sin embargo, la inversión no llegó.

Otro de los puntos débiles que Fernández de Pinedo apunta es la planificación del proyecto. "No se le puede permitir que la responsabilidad de la formación recaiga en la empresa", ya que "la potestad de la formación y la evaluación tiene que ser del profesorado". El actual modelo prevé que el tutor de la empresa, junto con el equipo educativo, pueda llevar a cabo la evaluación.

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