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Familias y docentes, a la espera de las instrucciones de Educación para seguir con el curso en casa

  • La posibilidad de que se cambie el calendario está sobre la mesa, sobre todo en los niveles superiores

Familias y docentes, a la espera de las instrucciones de Educación para seguir con el curso en casa

Familias y docentes, a la espera de las instrucciones de Educación para seguir con el curso en casa / R. G.

Jorge Ballesteros está a las puertas de la Facultad de Ciencias. Ha ido esta mañana para seguir con las prácticas de su ciclo formativo, de Salud Ambiental. Su objetivo para el próximo año académico es matricularse precisamente en la Universidad. Ahora comienza el parón educativo y reconoce que, si se altera el calendario académico, tendrá que asumirlo. La pérdida de clases lectivas es uno de los frentes que se abren con esta inédita medida en la educación andaluza, la cancelación de clases en todos los niveles. En Granada, hay 201.342 alumnos matriculados en las distintas etapas, desde 0 años a educación de adultos.

Lorena de la Plata es directora del CEIP Alcazaba de Granada capital. Adelanta, a falta de que se concreten medidas, que mandarán tareas de refuerzo a los alumnos del centro para hacer en casa en los próximos días. No se avanzará materia, asegura, sino que se propondrán deberes que sirvan para fijar lo ya estudiado en clase. La forma de hacerlo llegar a las familias será, posiblemente, el correo electrónico o los grupos de las aplicaciones móviles de mensajería. Serán, probablemente y a falta de que se concreten medidas desde la Administración, las vías de comunicación que se establezcan en estos próximos días para intentar fijar una cierta rutina en las casas que haga más llevadero el parón forzoso.

Sin embargo, no todos los docentes tienen claro que la solución esté en la formación a distancia. Joaquín Rebollo es profesor en un centro del norte de la provincia. Imparte clase en el instituto de Huéscar. Allí la posibilidad de que el alumnado pueda mantener el ritmo del curso en casa se ve seriamente comprometida por el hecho de que parte de los chavales ni siquiera dispone de un ordenador portátil. "Todavía no hay instrucciones", añade. En el centro, además, "los portátiles son prehistóricos". Proponer la formación a distancia "está muy bien de cara a una rueda de prensa, pero no es la realidad", resume.

Las familias afrontan este primer día tras el anuncio de la suspensión de las clases con esa incertidumbre. Por delante, preparar la logística para cuidar a los niños, atender las obligaciones profesionales y, de propina, mantener un cierto ritmo de trabajo docente en casa. 

Los estudiantes de la Universidad de Granada, unos 56.500, también se preparan para el cambio que viene. Toni Rodríguez, estudiante de cuarto curso del grado de Educación Primaria en la UGR, indica que "se supone" que se seguirá con la doceencia de forma telemática. Las instrucciones dadas desde la institución académica granadina apuntan a que el personal docente e investigador (PDI), "en cumplimiento de sus obligaciones docentes, deberá buscar alternativas para desarrollar su labor en forma no presencial". En la UGR hay 3.677 docentes, según el dato de la última memoria.

Entre los docentes de niveles no universitarios (unos 13.000 en Granada entre la publica y la concertada) se está a la espera de las instrucciones que fije la Consejería de Educación y Deporte. Beatriz Fernández es docente. "No se sabe nada. No sabemos si tendremos que ir al instituto", reconoce. Se espera que a lo largo de la mañana se den las instrucciones precisas tanto de la obligación (o no) de asistir a los centros como la manera de mantener cierta normalidad en el curso. En el aire está la posibilidad de ajustar el calendario académico, tal y como ha hecho Madrid con las pruebas de acceso a la Universidad. Este año, en Granada, serán unos 5.000 los estudiantes (casi todos de segundo de Bachillerato) que se presenten a esta prueba, que se celebrará del 16 al 18 de junio.

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