A falta de dos semanas para el final del estado de alarma (9 de mayo), las restricciones impuestas por el toque de queda nocturno, la limitación de horarios comerciales y de hostelería o los cierres perimetrales establecidos por la Junta de Andalucía en Granada son ya papel mojado para muchos ciudadanos que, hastiados de las limitaciones, incumplen las normas de una forma u otra. Los casos más llamativos, de fiestas, concentraciones y botellones son los que mantienen ocupada a la Policía, sobre todo los fines de semana.

No cuesta mucho esfuerzo en el día a día encontrar escenas de flagrantes incumplimientos. Terrazas de bares llenas de grupos numerosos de personas sin mascarilla y con poco aspecto de convivientes, a plena luz del día, movimientos sin control por municipios de los que sólo se debería poder salir para lo imprescindible... Las elevadas tasas de Covid en esta cuarta ola que se mantienen ya no asustan tanto a la población como en oleadas anteriores, bien por la vacunación de los más expuestos, porque una buena parte de la población ya ha pasado la enfermedad o simplemente por cansancio, la llamada fatiga pandémica.

Como es ya casi habitual en los últimos meses, el fin de semana pasado ha estado marcado por una intensa actividad por parte de la Policía Local de Granada, que ha tramitado 114 denuncias por incumplimientos de la normativa vigente para evitar la propagación del Covid.

Casi siempre hay alguna reunión que destaca por el exagerado incumplimiento. Este fin de semana pasado era un local "absolutamente abarrotado de personas" a la una de la madrugada, con lo que incumplía el horario de cierre que rige para los establecimientos de hostelería en Granada. Fueron denunciados tanto el propietario del local como todos los asistentes a "una fiesta" en el establecimiento. 

La continua celebración de fiestas de este tipo que antes se limitaban a los domicilios y que llegan a los propios locales hace pensar que las sanciones ya no asustan a los responsables, cuyos ingresos deben de compensar el riesgo. 

De nuevo se actuó para atajar el consumo de alcohol en la vía pública, comportamiento que motivó otras diez denuncias en Granada.

Otra noticias muy destacada ha sido la del joven que tuvo que ser ingresado en un hospital de Granada tras caer el sábado desde la terraza de un establecimiento de la capital que ya había cerrado y en el que permanecía consumiendo alcohol, en una caída de unos seis metros. 

El accidente del joven, ingresado en el hospital de Traumatología de Granada, se produjo desde la terraza de un conocido establecimiento que en el momento de los hechos permanecía cerrado y desde el que se precipitó hasta la calle Almanzora Alta, bajo el mirador de La Churra.

Según fuentes municipales, el propietario ha formalizado una denuncia por los hechos al desconocer cómo había accedido a su local el joven accidentado, que estaba haciendo botellón junto a unos amigos.

A lo largo del fin de semana, según detalló Díaz, han trabajado unos 40 agentes por turno. El sábado por la mañana hubo 41 policías locales y el sábado por la tarde, 45. En la central de coordinación de la Policía Local se han recibido unas 121 llamadas por turno, dato que el viernes por la noche llegó a 148 llamadas y a 211 el sábado noche.