La Fiscalía pide 20 años de prisión para el acusado del crimen de Vélez

Considera que José Miguel H.G. tuvo "el firme propósito de acabar con la vida" de Beatriz Ordóñez, una asturiana afincada en Híjar con quien mantenía una relación

Aunque en un principio José Miguel fue puesto en libertad con cargos, el juez le envió luego a prisión.
Yenalia Huertas / Granada

24 de julio 2008 - 01:00

La Fiscalía ha concluido que José Miguel H.G. tuvo el "firme propósito de acabar con la vida" de Beatriz Ordóñez, una asturiana afincada en Híjar -anejo de Las Gabias- que apareció muerta en la Costa hace ya casi dos años. Por ello, ha calificado la muerte de la mujer como un asesinato, por el que solicita que el acusado sea condenado a 20 años de prisión.

El cadáver de Beatriz Ordóñez Sahelices, que tenía 40 años y mantenía un idilio amoroso con el acusado, fue hallado el 12 de octubre de 2006 por un repartidor de la Costa, próximo a Vélez de Benaudalla, pero dentro del término municipal de Motril. Estaba prácticamente desnuda y tenía la cabeza destrozada, presuntamente tras haber sido golpeada por el acusado "con gran violencia en la cabeza con un objeto contundente -de gran masa pero de punto de impacto pequeño- en dirección de arriba a abajo".

La fiscal del caso, que es la delegada de la sección de Violencia sobre la Mujer de la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Granada, sostiene que el golpe hizo perder la conciencia a Beatriz, así como su "posibilidad de autonomía y defensa". Así lo refleja en el relato que realiza en su escrito de conclusiones provisionales, mediante el que solicita la apertura de juicio oral contra el individuo y pide, además, una elevada indemnización para los herederos de Beatriz.

En concreto reclama 240.000 euros, frente a los 150.000 euros que piden sus familiares, que están personados en la causa como acusación particular.

La familia solicita además una pena mucho más dura: 35 años de prisión, pues atribuye a José Miguel, además del asesinato de Beatriz, un delito de la agresión sexual. Y es que la autopsia reveló que la mujer había mantenido relaciones sexuales, con penetración anal y vaginal, antes de su fallecimiento. No obstante, la Fiscalía no hace mención alguna a ese extremo.

Los forenses también determinaron que la muerte se produjo por "sumersión, síndrome asfictico", al tiempo que reflejaron en su informe que en la cabeza había "una destrucción casi total de la calota, quedando la base del cráneo".

El Ministerio Público no cree que la fractura del cráneo de Beatriz se produjera al golpearse con algún saliente del canal tras arrojarse al mismo, tesis que siempre ha sostenido la defensa del acusado, quien aseguró que había sido un suicidio. La acusación pública dice exactamente que las lesiones que presentaba en la cabeza "no son compatibles con la contusión o impacto de la calota sobre una superficie plana u objeto de bordes romos".

En cuanto a las circunstancias que podrían agravar o atenuar la pena, la fiscal aprecia una agravante de lugar, al entender que José Miguel llevó a Beatriz a un lugar donde difícilmente alguien hubiera podido socorrerla, esto es que aprovechó que se trataba de "una zona despoblada y sin tránsito apenas de vehículos y peatones".

El caso, que tras haber calificado las acusaciones, se encuentra casi listo para ser enjuiciado, fue instruido por el Juzgado de Instrucción 2 de Santa Fe, que lo tramitó por la Ley del jurado, por lo que será un tribunal popular el que decida el futuro del acusado.

José Miguel H.G., de 46 años, se encuentra en situación de prisión provisional. Estaba casado con otra mujer y tiene un hijo de 14 años. También es asturiano y vivía con su familia en una casa próxima a la que tenía alquilada en Híjar la víctima, que era viuda. Ambos tenían una relación sentimental desde hacía dos años. Poseían una cuenta bancaria en común y ella le había cedido a él su vehículo.

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