Cada 1 de noviembre se repite la tradición: acudir al cementerio para visitar a los seres queridos que nos dejaron y llevarles flores. Un hábito que muchos siguen repitiendo varias veces al año pero que para la mayoría de las personas tiene este Día de Todos los Santos su fecha marcada en el calendario para la visita anual a los difuntos. Y esto se ha notado en el cementerio de San José de Granada desde primera hora de la mañana. 

Un equipo de más de 50 personas de Emucesa trabaja este día para que todo funcione bien, estén todos los servicios disponibles y el camposanto granadino luzca inmejorable en el día que registra más visitas de todo el año. Porque aunque desde hace dos semanas ya son muchos los granadinos que han subido a cambiar flores y limpiar lápidas, este 1 de noviembre es el día central que muchos reservan para este cometido y que los que han ido antes también aprovechan para repetir visita y, de paso, hacer una ruta por familiares o conocidos. Toda una tradición con un amplio componente simbólico y familiar que en Granada sigue vigente de generación en generación y que, aunque se puede considerar ya cosa de mayores, no es así ya que de un paseo por sus calles y patios se pueden ver a personas de todas las edades, adolescentes, niños y hasta bebés. Un acercamiento a la realidad de la vida y la muerte con una vertiente cultural muy arraigada. 

Desde las nueve de la mañana las visitas al cementerio son constantes. A primera hora no ha habido problemas de tráfico y ya más cercano el mediodía se han formado colas aunque el refuerzo policial para evitar atascos y la gratuidad de los aparcamientos ha hecho más fluida la jornada, eso unido a que cada vez más gente, atendiendo a las recomendaciones, utiliza el transporte público con el refuerzo de las líneas 13 y 33 fijado por Transportes Rober y el servicio también de taxi. 

Una vez arriba, si no se llevan las flores la primera parada obligada es en los puestos de flores en la zona de acceso al recinto. Puestos que funcionan todo el año pero que estos días tienen su gran venta, para lo que sacan la mercancía en expositores a la puerta donde muestran toda la variedad de flores naturales y los centros. Porque para este día lo tradicional es poner flor natural, que ya después, cuando se marchite, se cambia por artificial para el resto del año. En el puesto de la Floristería Alicia está Miguel Miralles, pintor de profesión todo el año pero que para la campaña de los Santos acude a la floristería. Miguel reconoce que el precio está más o menos igual que otros años y que desde el 20 de octubre comienza el aumento de ventas para la festividad de los Santos, aunque asegura que los últimos días, con mal tiempo y lluvia, no han sido muy buenos, por lo que confían en que la tregua en el tiempo de este 1 de noviembre se traduzca también en un aumento de ventas esta jornada. "Lo que más piden son claveles y rosas", dice Miralles, que lleva 18 años en la floristería. El precio de la docena de claveles está en 10 euros y la rosa cuesta 3 euros la unidad.

Precisamente acude a comprarle flores Isabel Martín, que sube cada 1 de noviembre desde hace 9 años a visitar a una hija fallecida con solo 36 años. Martín dice que esto de las visitas al cementerio está dejando de interesar a las generaciones más jóvenes. "A las madres es a las que nos duele, a los hijos ya no", explica.

Imagen de los puestos de flores en el acceso al cementerio.

Con las flores en la mano y tras cruzar las puertas del cementerio, ya cada uno se dirige al patio o sección donde esté su familiar. En la entrada, hay servicio tanto de escaleristas como la publicidad de la novedad de este año: un buscador de personas enterradas en el cementerio para facilitar la localización de tumbas y nichos. Una novedad, dirigida sobre todo a los más jóvenes y usuarios de tecnología, que reduce también colas en los servicios administrativos, donde siguen acudiendo personas para preguntar por la ubicación de enterramientos de familiares. 

En cada sección hay un grupo de escaleristas asignados para facilitar la tarea de colocación de flores y limpieza en los nichos más altos o a quien no pueda acceder a ellos. En la sección de los patios de Santiago y San Gregorio está Priscila Escobar, coordinadora de escaleristas desde hace ya 5 años, aunque estuvo también un año antes de escalerista. A ella se acercan los que quieren pagar este servicio, "a 8,50, un precio que lleva cinco años sin subir". Con ticket en mano y apuntando el turno, se encarga de llamar y asignar escalerista cuando estos van terminando. Y en un momento ya hay cola. En su sección tiene 7 y están trabajando con este refuerzo desde mediados de octubre. 

Un escalerista, por el camposanto granadino.

Más adelante, en el de San Gregorio, está Isabel Cáliz, coordinadora de dos escaleristas: Pablo Granados y Julián Szwarc. Isabel explica que el fin de semana pasado ha sido de mucho trabajo de gente que adelanta los preparativos, por lo que a primera hora de la mañana se podían permitir estar algo más tranquilos. Pablo lleva ya seis años acudiendo este mes como escalerista del cementerio y Julián es su primer año. Y dice que lo ha pillado pronto. "Nuestro trabajo es limpiar, poner las flores y lo que necesiten", explica Pablo. Y depende de la familia tardan más o menos en arreglarlo o en dejarlo a su gusto. 

En todas las calles y patios se repite la escena. Familias o personas solas limpiando lápidas, poniendo flores nuevas o haciendo ellos mismos los arreglos florales sobre la marcha; y otros grupos con ayuda de escaleristas para los nichos altos. Y no solo en la parte de enterramientos: los jardines de cenizas también se llenan de gente que estos días aprovecha para poner una flor natural sobre el terreno en el que fue enterrada la urna de su familiar. En la parte de tumba en suelo, también familias directamente sentadas sobre las tumbas pasando un rato de acompañamiento al ser querido y rodeados de familiares. Cada uno sigue su propio ritual y tradición en esta jornada.

Y también gente que acude andando y haciendo senderismo y aprovecha para entrar a ver la parte más histórica, como un grupo de mujeres en el que Carmen Rodríguez asegura que han subido para conocer también en este día la ruta histórica del cementerio y las tumbas más antiguas y hasta catalogadas por sus imponentes esculturas.

Hay que limpiar las tumbas y colocarles nuevas flores.

A las 12 de la mañana se ha producido el concierto Música para el Recuerdo a cargo de la Joven Orquesta Sinfónica de Granada, con gran cantidad de público y que ha dado otro sonido al cementerio. Cerca, cientos de visitas también al conocido como 'Señor del Cementerio', la escultura de la tumba de la familia del médico Manuel Rodríguez Torres que recibe las visitas de los más creyentes y de los que quieren verlo tras conocer su historia. 

En la puerta del cementerio, constatando que todo transcurre con normalidad en este día, está José María Toledano, gerente de Emucesa, la empresa municipal que gestiona el cementerio de San José de Granada. Reconoce que este año, con el buen día, hay mucha afluencia de gente y que todo el equipo, compuesto por entre 50 y 60 personas (entre escaleristas, limpieza, personal de contratación y de la funeraria), está disponible para la atención al visitante y que todo salga bien.

Toledano destaca la novedad de este año, el servicio que a través de la web de Emucesa permite obtener la información sobre el lugar de enterramiento de los fallecidos, a lo que se añade también un código QR que se ha instalado en el acceso al cementerio para tener la información al momento cuando se suba. 

También resalta la cantidad de personas que "están preguntando por la ruta histórica del cementerio al estar considerado un cementerio histórico, por lo que les damos los planos de la parte inicial, la más antigua, y de espacios como los miradores o el jardín de alixares". 

El cementerio tiene ya desde el pasado domingo, día del cambio de hora, el horario de invierno, por lo que cierra a las 18:30 al no contar algunos puntos con buena iluminación, lo que impide que la gente pueda estar más allá del anochecer por el camposanto.