Fuente Grande y Aynadamar

No se entiende Granada sin sus aguas. Villaespesa, en uno de sus poemas dedicado a las fuentes, dijo: La sangre de Granada corre por esas fuentes, / y en el hondo silencio de las noches serenas, / al escuchar sus músicas sobre los viejos puentes, / la sentimos que corre también por nuestras venas.

Hemos hablado ya de Ganivet, del agua del Avellano y los "aguaores". Traemos hoy la descripción literal, respetando la grafía del siglo XVII, escrita por Henríquez de Jorquera, sobre una de nuestras fuentes más emblemáticas que da vida a la acequia de Aynadamar desde Víznar y Alfacar hasta el barrio de San Lázaro; su paso por el Fargue y el Albaicín y el origen de los ríos Beiro y Jalimar. Descripción que dejaremos obligadamente incompleta.

"Altura increíble que domina el Albaycin, población de los baecinos, la ofrece por el Norte el lugar de Alfacar el agua de su mayor y celebrada fuente que a el pie de la más alta sierra y puerto del Alfaguara, en una deleitosa floresta de hermosas vides que le sirben de alfombra de diversas y matizadas flores a quien este maravilloso sitio, que sirve de mirador gozando de la estendida vega, naturaleza dio nativa fuente de las mayores que el reino de Granada goza del tamaño de una placeta redonda y que por la otra da principio a su desaguadero de que se forma una grande y ancha acequia.

Cercan este famoso piélago álamos vistosos que sirben de sombra a los que la visitan en la primavera y en particular el día de San Juan y el de San Pedro, donde se junta los vecinos a celebrar estos días con grandes comidas, brindándose los unos a los otros amigablemente y festejandose con bailes y otros juegos.

Conducese esta acequia pura y cristalina por la falda desta encumbrada sierra por grandes bueltas y rodeos, cabeceando viñas a quien raices refresca, atrabesando cañadas, a el lugar de Viznar, que en ameno y agradable sitio tiene su asiento, de saludable verano y dandole de bever y a sus molinos corriente.

Prosigue al mediodia, ocultandose por las entrañas de floridos cerros que por cavernosas minas le dan paso al amenisimo Fargue, pensil famoso de sazonadas frutas, y ya descubiertos sus líquidos cristales, visitando primorosas alcalifas de los carmenes, quintas y retiros de la famosa Ynadamar, recreación de los hijos de Ygnacio y de los de Bruno y corriendo risueña se entra en Granada por la Fajalauza, puerta de adonde liberalmente se reparte por diferentes cañerias y aquaductos dando de bever a nuebe parroquias, dos combentos de frailes y uno de monjas y bajando a lo llano a la gran casa del hospital Real y a su grande varrio, combento de Capuchinos y parroquial de San Yldefonso y frailes mercedarios.

De los remanientes y desperdicios de tan grandiosa fuente se forman dos cristalinos arroyos, tal vez enojados rios, que por diferentes cañadas y frondosas arboledas corren apasibles hasta meterse en la vega para regalo de la mas estimada planta del fabricador del galeón mas antiguo: el uno se llama Beyro antiguo nombre de Baco o de reina Yliberia su fundadora, por ser el agua desta fuente la que daba de bever a la primera fundación de Granada, antigua Yliberia.

Este río comienza a tomar nombre en terminos del lugar de Viznar de unas alcantarillas que dan paso a el acequia al principio del Fargue y recogiendo algunos manantiales por entre espesas y frutiferas arboledas, besando humilde la falda del Fargue referido, ciñendo a la Cartuja, lisonjeando a Granada, pasa besando el pie a San Lázaro, paga el tributo al Genil si bien en el estío con menudas arenas.

El otro se intitula Jalimar, nombre árabe. Comienza no lejos del nacimiento de su madre en terminos del Alfacar…" Sería el Juncaril que pasa por Jun.

Acequia de Aynadamar, explotada por los ziríes desde el siglo XI y… ahí está.