a pie de calle

Fundación Don Bosco, una apuesta por la diversidad

  • La organización trabaja para mejorar la calidad de vida de jóvenes vulnerables y en riesgo de exclusión social procedentes de todos los países

  • Les ayudan a insertarse laboralmente

Algunos miembros del equipo de la Fundación Don Bosco.

Algunos miembros del equipo de la Fundación Don Bosco. / reportaje gráfico: pedro hidalgo

Granada respira entre sus calles un ambiente multicultural. Numerosas nacionalidades que conviven día a día y que impregnan cada rincón de la ciudad. La Fundación Don Bosco, nacida en 1998, se basó en esta diversidad para comenzar a crear proyectos que actualmente se encuentran en continuo crecimiento. Trabajan para mejorar la calidad de vida de jóvenes vulnerables y en riesgo de exclusión social y atienden a personas de todos los países.

El delegado de la fundación, Diego Quesada, cuenta que el proyecto Don Bosco incluye tres programas de actuación. La primera es el área socioeducativa, en la que se ofrece una atención más personalizada a aquellos que forman parte del proyecto y que están en situación de riesgo, todo ello enfocado al proceso educativo y de integración en la sociedad. También se les ofrecen servicios de orientación, formación y empleo en el programa denominado inserción sociolaboral. A cada uno se le da la asistencia que necesita adaptándola a su perfil. La última área es la atención residencial que responde a sus necesidades de acogimiento.

Según Javier Cano, coordinador de proyectos de la fundación, dentro de este último espacio se encuentra la casa 'Buzzeti-Mercedes Berdonés', un proyecto que califican como la joya de la corona. El piso cuenta con cinco plazas y está destinado a jóvenes mayores de edad que ya pasaron por la fundación. "Muchos de estos chicos, una vez que cumplen los 18 años, se quedan sin hogar", explica Diego. De ahí que, para paliar el problema les ofrezcan una vivienda que les otorga autonomía, emancipación e inserción social y profesional. Les realizan un seguimiento "antes, durante y después de salir del piso, además de orientarles en sus expectativas de futuro", subraya Javier.

Uno de los programas más novedosos que la fundación lanzó el pasado mes de mayo es el Incorpora de La Caixa. Permite formar a 60 jóvenes e incluye unas prácticas de 300 horas. "La mitad de los participantes consiguen un puesto de trabajo", comenta orgulloso el coordinador.

Los lunes son un día especial para la fundación pues realizan partidos de fútbol en los que se genera un encuentro entre ex habitantes del piso y los jóvenes que actualmente residen allí. "Con estos encuentros podemos comprobar cómo se encuentran los adolescentes que fueron tutelados". Además, los más veteranos "pueden ser un referente para los actuales miembros de la fundación", señala el coordinador.

Diego Quesada habla del método pedagógico que utilizan desde la fundación, cuyo creador fue Juan Bosco. Se trata del sistema preventivo, que tiene como objetivo "evitar todo aquello que pueda perjudicar a los adolescentes", relata. Uno de los programas en el que se refleja el espíritu de prevención es el de control de absentismo escolar, que trata de prever la aparición de conductas absentistas a través de diversas medidas. Según Diego, la preocupación por los adolescentes nace de sus creencias en la Iglesia Católica. "Aunque sea una obra cristiana, el 90% de los que conviven en el piso son de creencia musulmana", explica una de las voluntarias. Desde Don Bosco manifiestan que la religión no supone un impedimento para poder participar en alguno de sus proyectos. "La diversidad aporta riqueza", dicen.

"Integra-T" es otro de los proyectos con los que trabajan. Engloba una serie de servicios dirigidos a aquellos menores que provienen de casas o residencias de acogida, derivados por la entidad que los acoge. Cuenta con aula de español para aquellos que necesitan refuerzo del idioma, entre otros talleres.

La fundación también cuenta con un servicio de voluntariado, que se enmarca dentro de un cuarto programa, siguiendo "una línea transversal". Los requisitos para trabajar como voluntario de la institución son "disponer de tiempo libre y tener interés". Suelen contar con alrededor de 24 voluntarios anuales. Don Bosco también tiene la colaboración de más de 200 empresas repartidas entre Granada y la provincia.

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