García Lorca y Miguel Torga
ayer y hoy
En 1951 el médico y poeta portugués Miguel Torga escribió uno de los más bellos poemas dedicado a García Lorca
"Deja que un pobre poeta de la montaña / le traiga torgas a la rosa de Granada"
En el año 2000 la Real Academia de Medicina de Granada dedicó una mesa redonda a 'La vida y la obra de Miguel Torga' con la intervención de su hija Clara Crabbe, presidida por el entonces decano doctor Antonio Campos. Sin embargo no es muy conocido en Granada el médico otorrinolaringólogo, escritor y poeta portugués, nacido en 1907 en la región de Tras-os-Montes, a pesar de haber sido propuesto para el Premio Nobel en 1960. Torga realizó sus estudios de Medicina en la Universidad de Oporto.
Adolfo Correia, que así se llamaba, cambió su nombre por el de Miguel Torga al parecer por el profundo aprecio que le tenía a Miguel de Cervantes y a Miguel de Unamuno. Es la torga, como el brezo, una planta silvestre con pequeñas flores blancas y moradas y raíces muy arraigadas en la tierra, frecuente en la región de Tras-os-Montes.
Torga era portugués de nacimiento e iberista de sentimiento; hubiera sido feliz con una Federación Ibérica que uniera toda la península, tal como propugnaban los republicanos del siglo XIX como el catalán Pi i Margall. Amaba España y recorrió sus tierras de cabo a rabo en las difíciles décadas de la posguerra civil. Una de sus obras lleva precisamente por título Poemas Ibéricos; obra que por su estructura temática recuerda a la de uno de sus admirados escritores, Fernando Pessoa, en su obra Mensagem. Por otra de sus obras, Cuarto día de la creación, fue detenido por la PIDE (policía política portuguesa) y encarcelado por el dictador Salazar.
En la visita que giró a Andalucía en 1951 mostró su interés por algunos insignes personajes andaluces; dedicó un poema al cordobés Séneca, otro al malagueño Picasso; otro al granadino aquí engendrado, aunque naciera a los nueve meses en Valladolid, Felipe II; pero el pretexto de venir a Granada era sobre todo por respirar el aroma de sus rosas "a rosas sedativas de Granada… me sabem e dão a serenidade que lhes pedí…" y conocer la tierra de García Lorca. Estaba todavía reciente el asesinato del poeta granadino al que dedica uno de los más bellos poemas que se recogen en su antología. Con palabras muy sentidas inicia su poema llamando hermano a Federico "García Lorca, irmão". El poema traducido pierde encanto porque hay palabras en portugués que, no solo por su significado sino hasta por el sonido, resultan hermosas. Así dice el poema en algunos de sus versos, haciendo incluso juego de palabras con su propio apellido: "García Lorca, hermano… vengo y vendré mientras en Iberia haya pueblo y sueños y poesía… Vengo y no digas nada, deja que un pobre poeta de la montaña le traiga torgas a la rosa de Granada…". El poema es más largo pero en uno de sus versos y después de llamarle indomável cigano ("indomable gitano") a Lorca le dedica estas palabras: "…tu genio florece cada año/ vengo a verte brotar de tu sepultura" (O teu génio floresce cada ano/ Venho ver-te crescer da sepultura!).
Torga ha pasado a la historia de la literatura portuguesa por sus numerosas obras, pero cuentan sus biógrafos que debió ser médico de prestigio cuando su consulta de otorrino en Coímbra estaba generalmente abarrotada; es verdad que la mayoría de las veces no cobraba a sus pacientes con ese gesto de médico vocacional entregado a los demás. Causa admiración la figura muy frecuente del médico humanista, hombre de ciencia y de letras, amante de la música y el arte, como aquellos grandes hombres del Renacimiento.
La sombra de José Saramago tal vez oscureció la fama de Torga, aunque recibió el Premio Camões en 1989 (solo aceptó los premios y homenajes otorgados después de la Revolución de abril de 1974). Unos años después, en 1995, murió en Coímbra. Agradezco la información que sobre Miguel Torga me diera el también doctor Bilbao Guerrero en mi reciente visita a Lisboa.
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