García Lorca, último intento de encontrar al mito
El equipo liderado por Miguel Caballero comienza las excavaciones en el Peñón del Colorado y mañana podrían comenzar a trabajar sobre el terreno original de 1936.
La tercera búsqueda de la fosa de Federico García Lorca ha comenzado y Miguel Caballero ya ha dejado claro que, para él, será la última. Los trabajos se iniciaron ayer en el paraje del Peñón del Colorado a las ocho de la mañana y continuaron hasta las siete de la tarde. En este tiempo consiguieron hacer casi todo el trabajo que estaba previsto desarrollar en dos semanas, retirando más de 600 metros cúbicos de arena que separan a los investigadores de la cota en la que podrían encontrarse el cuerpo del autor de Poeta en Nueva York. Tanto se ha avanzado que todo el planning previsto ha saltado por los aires y no se descarta que Francisco García, catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, pueda llegar a Alfacar el próximo fin de semana para localizar con un georradar los puntos donde se pueden encontrar los pozos que pudieron ser usados como fosas comunes. Ahora incluso van a ampliar el terreno que estaba previsto excavar en un principio para llegar a la cabecera de los campos de instrucción que se ubicaban en este paraje en el verano de 1936. Gracias a esto, la investigación podrá ser más exhaustiva de lo que estaba previsto y, en caso de no aparecer las fosas, se descartaría definitivamente que Lorca esté enterrado en este paraje, tal y como sostiene el investigador Miguel Caballero, que dirige los trabajos junto al arqueólogo Javier Navarro en un proyecto liderado por la asociación Regreso con Honor. Esta zona ya ha sido investigada con el georradar y, aunque en principio no presenta alteraciones del terreno compatibles con los pozos buscados, se investigará para no dejar ningún cabo suelto.
Para ellos, la gran sorpresa del día ha sido la presencia de una gran retroexcavadora y de un camión cedidos por la Junta de Andalucía para evacuar la tierra, lo que ha agilizado el proceso respecto al mismo trabajo que se realizó en la intervención de 2014, y se han quedado a menos de dos metros del nivel original. "Mañana -por hoy- esperamos dejar la zona despejada y con el trabajo avanzado para continuar con una máquina más pequeña, a nosotros nos da más tiempo para limpiar y preparar la zona y ahora hay que rehacer el proyecto sobre la marcha, contactar con los expertos que van a participar para ver si es posible que adelanten su llegada", señala Miguel Caballero.
Con la sorprendente agilidad del comienzo de la excavación, el trabajo del georradar se adelantará sobre el calendario previsto inicialmente, un proceso en el que también deberían anticipar su presencia el catedrático de Geografía Física de la Universidad de Zaragoza, Luis Peña, y la directora del Laboratorio de Geoarqueología de la Universidad de Tucumán, María Marta Sampietro.
Hoy es posible que se llegue al terreno original y que mañana comiencen los trabajos de limpieza sobre el terreno original de 1936, antes de que se echasen toneladas de tierra encima para construir un campo de fútbol, un proyecto que finalmente se abandonó. En este punto, Caballero muestra su "sorpresa" y "agradecimiento" por la disposición mostrada por la delegada de Fomento y Vivienda en Granada, Mariela Fernández-Bermejo, y por la alcaldesa de Alfacar y diputada de Cultura y Memoria Histórica, Fátima Gómez, que han agilizado el procedimiento y han aportado los recursos para un proyecto que, aunque estuvo un año estancado en los despachos, se ha acelerado vertiginosamente en los últimos meses desde que la Junta de Andalucía dictaminara que su permiso no era necesario para llevar a cabo esta actuación.
De momento, la zona está vallada y cuenta con carteles que avisan de las obras, aunque debido al escaso margen económico en el que se mueven se ven con la imposibilidad de contratar seguridad privada para cuando lleguen al nivel original de 1936 y las posibles fosas estén más expuestas. De hecho, esta excavación cuenta con un presupuesto de 12.000 euros frente a los 70.000 que aportó la Junta de Andalucía para excavar en busca del poeta siguiendo las investigaciones de Ian Gibson, a unos 500 metros de donde se desarrollan los trabajos basados en las averiguaciones de Miguel Caballero.
Hace 7 años, buena parte del presupuesto se invirtió en seguridad y en instalar una gran carpa, ya que el proyecto arqueológico apenas superó los 13.000 euros. Ahora, cuando lleguen al terreno natural en el que se trabajará en la retirada del "manto vegetal descompuesto" y "muy ennegrecido", el investigador granadino no descarta que el equipo se tenga que turnar para vigilar la zona por la noche para evitar la entrada a cualquier persona ajena a la intervención. Ayer sí había una discreta presencia de la Policía Local en la zona en la que había una mayor concentración de periodistas que de investigadores.
La asociación apoya con su actuación las pretensiones de Nieves García Catalán, acogida desde pequeña por la familia de Dióscoro Galindo, y del sindicato CNT, considerado "familia política" de Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, dos anarquistas también asesinados supuestamente junto al poeta.
Hasta llegar a la actuación iniciada ayer se ha trabajado con estudios documentales, geoarqueológicos y paleogeográficos por parte de un equipo de especialistas en la zona del Caracolar desde el 2013, en un área delimitada cercana al Barranco de Víznar y a unos 500 metros del paraje en el que la Junta intervino sin éxito en el 2009.
Los investigadores han revisado las fuentes y han corregido un error de metros después de que el general Nestares, hijo del que fuera capitán José María Nestares Cuéllar, jefe del frente de Víznar y miembro de Falange, volviera al lugar de los hechos y cambiara las medidas iniciales.
En caso de localizarse, los pozos serán delimitados para hacer los sondeos arqueológicos que permitan comprobar si hay restos humanos, lo que sería documentado y notificado tanto a la Dirección General de Memoria Democrática como al Juzgado. A partir de aquí se procedería a cotejar los restos mortales encontrados con el ADN de Nieves García Catalán. En el caso de Federico García Lorca, la familia ya fijó hace años su postura respecto a su búsqueda y su intención de que los restos del poeta "reposen para siempre donde están". Sería el siguiente capítulo si Miguel Caballero culmina la investigación sobre el paradero de Lorca que inició hace décadas.
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