Exposición

El Gobierno aplaude la aportación de los Tedax a la sociedad en su medio siglo de historia

Imagen de la exposición del servicio de detección de explosivos de la Guardia Civil en Granada

Imagen de la exposición del servicio de detección de explosivos de la Guardia Civil en Granada / G. H.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha destacado este martes la "enorme aportación" del Servicio de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil para la protección de las personas e instituciones democráticas, un cuerpo de élite que cumple medio siglo.

Fernández ha hecho estas consideraciones durante la inauguración de una exposición instalada en la sede de la Fundación Caja Rural de Granada diseñada para conmemorar los 50 años de la creación del Servicio de Desactivación de Explosivos (SDEX) y Defensa Nuclear, Radiológica, Biológica y Química (NRB) de la Guardia Civil.

El delegado del Gobierno ha destacado entre sus actuaciones la "enorme aportación" que realizan para la protección de las personas y de las instituciones democráticas.

"Estamos ante un cuerpo de élite que además de la lucha contra la actividad terrorista o las nuevas amenazas nucleares, biológicas o químicas, desarrolla otros servicios de carácter humanitario, como el prestado para el rescate del pequeño Julen en Totalán", ha recordado Fernández.

Fernández ha apuntado además que la exposición permitirá a los ciudadanos conocer a los verdaderos protagonistas de este cuerpo, a los agentes que componen los seis grupos SEDEX y los tres equipos de búsqueda y localización distribuidos por Andalucía.

En España son 41 los grupos de desactivación de explosivos y 22 equipos de búsqueda y localización, cuya acción de carácter humanitario más reciente fue la llevada a cabo en 2021 en La Palma para medir y controlar los gases tras la erupción del volcán canario para garantizar la vuelta segura a sus hogares de los evacuados.

La exposición muestra la evolución que ha experimentado esta especialidad de la Guardia Civil desde su entrada en funcionamiento el 2 de marzo de 1973 hasta el momento actual, en el que los especialistas, más de 1.300 guardias civiles a lo largo de estos años, cuentan con una formación específica y un alto nivel de tecnificación.

Esta evolución puede verse en las fotografías, uniformes, equipos, material, trajes ignífugos, robots y otros efectos y recursos que se exhibirán en dicha sala de exposiciones.

Entre las piezas expuestas se encuentran un traje de intervención subsuelo con trípode, un detector de sonido EBEX y otro de metales, un olfateador de explosivos, un aparato rayos x antiguo, un maletín de recogida de muestras, granadas de mano y proyectiles de artillería.

La amenaza terrorista desde principios de la década de los 70, con el uso de artefactos explosivos no reglamentarios y no convencionales, obligó a las Fuerzas de Seguridad a dar respuesta a esta agresión.

Los primeros desactivadores de explosivos de la Guardia Civil tuvieron que adaptarse, desde una metodología y una formación tradicionales, a una técnica que evoluciona continuamente, con audacia, esfuerzo y gran espíritu de superación, lo que supuso un alto coste humano.

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