"Gracias a la sanidad pública mi hijo se está curando; no se puede recortar ahí"
salud Segundo caso de trasplante de un hermano seleccionado genéticamente
El pequeño Antonio regresó ayer a Granada tras recibir en Sevilla un trasplante de células madre del cordón umbilical de su hermana Estrella · El niño disfruta ya de su nueva vida junto a toda su familia
La familia Fuillerat García disfruta ya en su casa de Churriana de la Vega del comienzo de una nueva vida. Regresan de Sevilla, donde su hijo mayor, Antonio, ha recibido con éxito un trasplante de células madre del cordón umbilical de su hermana Estrella, que nació en febrero por selección genética para ser compatible con el pequeño. Después de unas semanas en el hospital, del trasplante y del aislamiento posterior, el jueves recibió el alta médica con gran expectación mediática, como informó este periódico, y ayer por la tarde regresó a Granada.
El viaje se hizo un poco largo porque fueron haciendo varias paradas por el camino para que el niño descansara. Este periódico pudo hablar con la familia en un momento de descanso en Riofrío, donde el pequeño Antonio y su abuelo, también Antonio, aprovecharon para jugar un poco a la pelota. Y es que el pequeño no para y aunque de mayor quiere ser policía, el fútbol es su deporte favorito.
Aunque todavía necesita cuidados médicos y control tras el trasplante, desea hacer cosas que antes tenía casi prohibidas por el riesgo de que afectaran a su salud. No podía ir ni al colegio. Antonio, de seis años, padece aplasia medular desde hace tres. Es una enfermedad que provoca la desaparición de las células encargadas de producir sangre en la médula ósea, de la que ya se recupera. Y no sólo él desea volver a la normalidad sino su familia, que lo ha pasado muy mal y quiere que el pequeño deje de ser especial.
Ahora le espera todavía un proceso de revisiones médicas ya que tendrá que ir dos veces en semana a Sevilla durante los próximos meses, unos viajes que no serán penosos porque "los haremos más tranquilos que antes porque son para buenas noticias". "Los tres primeros meses son fundamentales para que no haya rechazo, por eso tenemos que tener cuidado y controlar hasta las visitas. Sus células son como las de un bebé", explica Antonio Fuillerat, padre del pequeño. Los médicos les han dado una serie de normas y les han recomendado que las visitas de amigos y familiares sean por ahora a cuentagotas. De hecho, la propia familia se ha tenido que organizar para recibirlo. "Todo el mundo quiere verlo pero tengo que controlarlo. Ahora está aquí mi padre y cuando lleguemos él se irá para que pueda venir mi suegra, y así con el resto", informa el padre, que pidió amablemente reservar por ahora la exposición del menor a más cámaras y fotografías.
Tras recibir el alta lo primero que hicieron fue dar un paseo corto en Sevilla. "No sabíamos a dónde ir porque hacía mucho calor y tampoco podíamos estar en sitios con aglomeración, por lo que como había fútbol nos fuimos al Decathlon y allí estuvo fresco, sin gente y disfrutando de sus primeras horas fuera del hospital", cuenta el padre del menor durante su parada en Riofrío. Después, regreso al hotel para dormir toda la noche del tirón.
Un momento especial fue el encuentro con su abuelo Antonio -se juntaron las tres generaciones-. "Ha sido a la primera persona de la familia que ha visto porque antes las visitas eran a través de un cristal y a veces incluso ni eso. Está muy contento y deseando ver a toda la familia, sobre todo a sus primos".
El niño no para de inventar cosas para hacer. "Quiere hacer muchas cosas pero lo que más desea es entrar en su casa de nuevo tras el ingreso en el hospital", repite el padre, quien como el abuelo el día anterior aprovecha la conversación para acordarse del resto de niños que están en la situación de su hijo o con otra enfermedad.
"Estamos muy agradecidos a la sanidad pública y entendemos cómo está la situación pero no se puede recortar ahí, sería una decepción porque gracias a ellos mi hijo se está curando. Pero hay muchas familias en esta situación y los niños tienen el mismo derecho a recibir tratamiento, por lo que hay que seguir ayudándolos y no recortar en asistencia o en investigación de enfermedades", argumenta. Sin avances como el diagnóstico genético no podrían haber llegado a esta situación y hablar de que nazca un hijo que pueda salvar a su hermano no es posible sin investigación, sin recursos y sin un sistema sanitario fuerte.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por Aguasvira
Contenido ofrecido por CEU en Andalucía