Gran audiencia de almacileños en el primer pleno itinerante

Los vecinos de la pedanía de la Puebla de Don Fadrique abarrotan la sala improvisada donde se celebra la sesión que inaugura esta campaña de acercamiento a los ciudadanos.

Lourdes Mingorance

26 de julio 2012 - 14:16

Providencia López se enteró hace una semana en el bar de Almaciles de que los diputados provinciales se reunirían en su pueblo para celebrar el pleno de julio. Esta mañana ha podido comprobar, junto a media vecindad, que la noticia era auténtica. A las 11.00 de la mañana ha visto bajarse de un autobús a la mayor parte de la Corporación y luego ha podido asistir en directo a sus habituales dimes y diretes políticos.

El primer pleno itinerante que tiene previsto hacer la Diputación provincial por distintos municipios de la provincia de Granada se ha desarrollado esta mañana, con la mayor expectación vecinal posible, en Almaciles, una pedanía de La Puebla de Don Fadrique, que se encuentra en el punto más alejado de la capital dentro del territorio de Granada.

Este pueblo de unos 270 habitantes ha recibido a media mañana a los diputados provinciales, que en su mayoría salieron de Granada a las 8:00 h. y han realizado un largo viaje en autobús, con su parada para desayunar en Cúllar, donde los esperaba el alcalde y diputado, José Torrente. Los diputados socialistas han optado por viajar en sus vehículos privados hasta Almaciles.

A media mañana llegaron los diputados a Almaciles y allí estaba preparada una sala de la Casa del Pueblo. La calle estaba muy concurrida y el improvisado salón de plenos tardó solo unos minutos en llenarse por completo. Además de los asientos reservados para los numerosos alcaldes de la comarca, que han acudido a este pleno de Almaciles, se prepararon al menos medio centenar de sillas de plástico, que los vecinos han acupado durante varias horas.

Los almacileños han seguido con interés los debates y las votaciones de la corporación provincial hasta que ha llegado la hora de la comida. Las mociones y el resto de cuestiones que habitualmente eternizan las sesiones plenarias ya solo han sido seguidas por unos pocos que no querían perderse el pleno en su totalidad.

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