Granada Acoge enseña español a 200 inmigrantes que buscan trabajo

Cerca de 20 voluntarios de la ONG granadina atienden a alumnos procedentes de todos los continentes · Muchos aprenden en la asociación a leer y escribir

David P. Graell / Granada

30 de julio 2012 - 07:54

Egipto, Corea, Magreb, Kenia o Marruecos son algunos de los países de origen de los inmigrantes que la asociación Granada Acoge inserta en sus programas de cultura y lengua española a favor del aprendizaje de nuestro idioma para que puedan desenvolverse en el país, optar a la búsqueda de un empleo o poder relacionarse con los demás.

Pablo Izquierdo, profesor voluntario de esta ONG, afirma que su intención es la de acabar trabajando como profesor de español en el extranjero, algo que puede practicar gracias a este voluntariado, que además le ofrece la posibilidad de "vivir la satisfacción de poder ayudar a la gente".

Izquierdo asegura que en su primera experiencia como docente la dificultad más visible está en "la necesidad de tener que hablar muy despacio, uno no se acostumbra a hablar su idioma a cámara lenta".

Pablo no es amigo de los diccionarios ni de las traducciones e insiste en que el mejor método para practicar esta enseñanza es "hablarles todo el rato en español, ya que así les obligas a pensar en este idioma". Además, el voluntario corrobora que en la mayoría de clases "una vez explicada la teoría, se hacen representaciones, como ir al médico o alquilar un piso, es decir, acciones cotidianas para poder desenvolverse en la calle".

Al parecer, el principal inconveniente se encuentra en la asistencia regular de los miembros al curso. La inestabilidad laboral, la inconstancia o los viajes a sus países de procedencia son algunos de los motivos que han llevado a la asociación a adoptar un sistema flexible que permite al alumno reintegrarse y que estudia cada caso de manera diferente.

En la misma línea, Izquierdo insiste en que la principal necesidad por la que suelen acudir a la asociación es "porque llevan aquí pocos meses y necesitan manejarse mejor en el idioma para encontrar un trabajo y socializarse".

Por su parte, Marisa Vegas, trabajadora social de Granada Acoge, ratifica que el año pasado llegaron a tener hasta 20 voluntarios y casi 200 inmigrantes. "El número ha podido disminuir algo porque ya no entran tantos al país. A pesar de ello, el año pasado vinieron 187 y en 2010, 185".

Vegas aclara que la asociación integra a inmigrantes de todo tipo, por lo que es necesario "hacer una prueba de nivel para juntar en diferentes grupos a los inmigrantes según su competencia lingüística y la dificultad de lectoescritura". La idea es que "se inserten cuanto antes en España, que se defienda con autonomía", explica la trabajadora social.

Zaida y Gzeter, marroquí y brasileño respectivamente, llevan en la ciudad menos de un año y, a pesar de tener la misma intención de quedarse aquí, son dos casos muy diferentes. Ella dejó los estudios sin acabar y comenzó a trabajar con 12 años, él abandonó su país con 31 años en busca de terminar la carrera de Educación Física en la Universidad de Granada y poder dedicarse a ello. Sin embargo, ambos están de acuerdo en que el español "es un idioma muy complicado, sobre todo a la hora de escribir".

Zaida, se inscribió a Granada Acoge hace un año debido a su necesidad de aprender el idioma para poder vivir en la ciudad y buscar un trabajo digno. "Me enteré de este programa cuando vine a apuntarme en la bolsa del empleo y aquí me informaron sobre mi insuficiente nivel en el idioma para salir al mercado laboral", informa la alumna.Gzeter, por su parte, asegura que a pesar de ser un idioma latino, "el español es bastante difícil". Aún así, insiste en que lo que más trabajo le está costando es "entender el dialecto andaluz".

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