Granada

Granada-Motril, 35 minutos

  • Desde ayer, la Costa Tropical y Granada está un poco más cerca · Es el trayecto desde Motril hasta la misma calle Recogidas de la capital

La Costa y Granada están desde ayer un poco más cerca. Exactamente cinco minutos. El trayecto que hasta hace escasas horas se hacía en 40 minutos, siempre respetando las velocidades máximas indicadas por la señalización vertical, ahora se puede hacer en 35. Eso si tomamos como punto de partida el cruce de las nuevas autovías con la carretera N-340 y como lugar de llegada la calle Recogidas y también si hablamos de tráfico fluido pues si tenemos en cuenta los kilométricos atascos de la época estiva, el tiempo que uno ahorra es sin duda mucho mayor. 

Pese a que todo el recorrido está unido por autovías –hasta tres diferentes–, los primeros kilómetros plantean una serie de escollos que no permiten alcanzar una velocidad continua. Apenas 500 metros después del cruce costero de carreteras, en el nacimiento de la autovía GR-14 de Acceso al Puerto de Motril, aparece una rotonda que conecta con la antigua N-323 y con las localidades de Lobres y Molvízar y que obliga a reducir la velocidad. Tres kilómetros más adelante ocurre lo mismo, con otra rotonda que desvía el tráfico hacia la carretera antigua o hacia el tramo Guadalfeo-La Gorgoracha de la A-7.

Se trata de un tramo con una pronunciada subida, ya que discurre por las primeras elevaciones de la Sierra de Lújar. Casi 5 kilómetros más adelante se llega a la famosa ‘T invertida’, donde la A-7 se convierte en A-44, o viceversa. Desde esta conexión, prácticamente imperceptible para el conductor, el terreno comienza a allanarse, aunque sigue existiendo una leve pendiente, que remite después de la salida hacia Vélez de Benaudalla.

Tanto este tramo como el que acaba de inaugurarse sorprenden por su trayecto serpenteante y la cantidad de viaductos que atraviesa, todo ello producto de la complicada orografía del terreno. Eso sí, no ha sido necesaria la construcción de túneles.

La siguiente salida es la de la Alpujarra, que conecta con la carretera de Órgiva, y allí comienza el problemático tramo que ayer vio la luz. La necesidad de salvar el embalse de la presa de Rules y algunos barrancos da lugar a la presencia de cinco viaductos, desde los que se aprecian imponentes panorámicas alpujarreñas, embellecidas aún más por el espejo de agua artificial del embalse. Pasado el viaducto de Rules, el más largo con casi 600 metros, se erige el monumento de ‘Columnas de agua’, ingeniosa obra de arte que funde la naturaleza del agua del pantano con los elevadísimos pilares de hormigón que sostienen los viaductos.

La siguiente salida, hacia de Ízbor y Acebuches, también es inédita para los viajeros. Quienes bajen allí se encontrarán con un enorme reloj solar que ocupa toda la superficie de la rotonda. Pronto se reconocerá un paisaje familiar al descubrir que han conectado con el tramo de autovía ya conocido entre Ízbor y Dúrcal, famoso por ser la antesala de los atascos durante los últimos siete años. De allí hasta la capital se irán sucediendo las diferentes salidas hacia Mondújar, Lecrín, Lanjarón, Dúrcal o Padul, antes de llegar al Cinturón.

Éste es el trayecto que recorrerán a partir de ahora todos los vehículos que viajen entre la Costa y Granada. Eso sí, habrá que sumar los minutos restantes hasta el destino final si no hay atascos.

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