Granada ahorra compartiendo automóvil

Entre 30 y 40 viajes de este tipo se realizan desde la provincia cada día Ganan en comodidad, hacen amistades y contribuyen con el medio ambiente

Lourdes Mingorance Granada

30 de junio 2013 - 01:00

Con el precio del combustible por las nubes y una crisis económica que ahoga, compartir el automóvil se ha convertido en una de las opciones más económicas para viajar. Una posibilidad que gracias al desarrollo de internet es cada vez más fácil, pues existen diversas páginas web dedicadas exclusivamente a la búsqueda de pasajeros, eso sí, a priori desconocidos.

Blablacar.com, Carpooling.es o Amovens. com son algunos de los portales donde los interesados en compartir vehículo pueden encontrar a sus nuevos compañeros de viaje. Una forma de ahorrar en combustible que, según los propios usuarios, también es muy útil para conocer gente, ahorrar emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y, sobre todo, no aburrirse por el camino.

En todo esto, Mariló Barquero, una odontóloga malagueña afincada en Granada, es una experta. Según explica, con la crisis económica empezó a valorar nuevas fórmulas de ahorro. Después de realizar varias búsquedas por internet, se encontró con Blablacar. com, una página donde cientos de usuarios proponen su punto de destino y el número de plazas que tienen disponibles con la idea de captar viajeros anónimos que busquen hacer esa ruta.

Lo que en una primera instancia puede resultar violento (viajar con desconocidos en el coche), se convierte en entretenimiento, en una forma de ahorro y, a veces, en amistad. "Con algunas de las personas que he viajado he terminado siendo amiga y quedo con ellas para tomar algo".

Y es que si algo tienen estos viajes, es que brindan la posibilidad de conocer a mucha gente de diferentes sitios, pues son muchos los extranjeros que viajan de esta forma, en general más arraigada fuera de España, y por tanto que también aportan su grado de interés al viaje. "Vamos charlando todo el camino, yo intento dar conversación, a veces hablamos hasta en inglés pues vienen muchos extranjeros".

Sevilla, Córdoba y Málaga son algunos de los destinos que esta mujer ha realizado en compañía de otros usuarios de Blablacar.com. Sobre los precios, dice, la propia página propone el coste del viaje según los kilómetros a recorrer y el número de plazas. "El trayecto a Málaga estaba sobre unos siete y ocho euros", y claro, "ahorrar se ahorra bastante y además no solo compartes el gasto de la gasolina, sino que además en cierto modo cubres el desgaste del coche".

Y, aunque parezca que compartir coche es una opción minoritaria, Barquero aclara que cada vez que sube una propuesta de trayecto a páginas como Blablacar.com, "pueden llegarte hasta veinte peticiones de usuarios que quieren acompañarte a tu destino". Por lo que a veces ponen un número menor de plazas para que no se desborde la bandeja de entrada de mensajes. "Los fines de semana se me llena el coche".

Y ahora la siguiente pregunta es, ¿y dónde meten tanta maleta? Barquero indica que, en general, los usuarios pactan el punto de encuentro y de destino, pero también el tamaño del equipaje, con la idea de que quepan todas en el vehículo. Asimismo, Barquero cuenta que para viajes entre provincias andaluzas, la mayoría de los usuarios son estudiantes, con lo que no suelen llevar una maleta demasiado grande. "Una vez sí vino una pareja extranjera con más equipaje, pero tampoco tuve problema". Estudiantes y trabajadores de entre 20 y 50 años es el perfil general de los usuarios que utilizan esta herramienta.

Sobre la duda de si esta fórmula de ahorro genera competencia a los sectores de transporte, tanto Mariló Barquero, como Diego Parra, que también suele compartir vehículo, destacan que no es una forma de ganar dinero, que no se gana, es compartir gasto y de rentabilizar al máximo un viaje. "Se juntan las personas y dividen el precio del combustible entre todos los que van: nadie gana ni un céntimo". Asimismo, Parra matiza que se trata de una forma de viajar que se viene realizando fuera de España con mucha frecuencia en países como Polonia o Alemania, y que "siempre ha funcionado bien". Aquí, en cierto modo comenzó con programas de organismos políticos que proponían compartir el coche a los empleados de un mismo centro de trabajo. Algo que por aquellos años era impensable y que ahora y con la crisis, se ha convertido en plena tendencia.

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