Granada ha amanecido esta mañana bajo un intenso y fuerte episodio de calima a causa de una gran intrusión de polvo procedente del Sáhara, y que persistirá al menos hasta mañana, cuando se espera el mayor pico. Estas incursiones de aire suelen ser habituales en las islas Canarias y también en la Península, aunque no de forma tan intensa como ahora, que ha llegado a calificarse como histórica.

Las redes sociales se han llenado, como ya lo venían haciendo desde ayer en diferentes provincias como Almería y Murcia, de fotos y vídeos grabando e inmortalizando un momento que se caracteriza por teñir de naranja el cielo, y que ya ha embarrado a causa de la lluvia muchos coches de la provincia.

Pero también implica serios riesgos para la salud, sobre todo en personas con problemas respiratorios. Según la Organización Mundial de la Salud, la media diaria de partículas en suspensión PM10 no debe superar los 45 microgramos por metro cuadrado, y ya ayer en algunos puntos de España se superaban los 45. De hecho, esta mañana España se ha convertido en la país más contaminado del planeta por este tipo de circunstancias.

Eso sí, en Granada capital, la concentración de estas partículas debido a la alta contaminación hay días que, sin calima, los supera. Por ejemplo, en los datos de la estación de meteorológica de Granada Norte, el pasado 4 de febrero, se llegaron a medir 53,52 microgramos por metro cuadrado.

La calima es una masa de aire que se caracteriza por extremadamente seca y con abundante concentración de arena que se forma en el desierto del Sáhara, y que se ha visto agravada por la coincidencia con la borrasca Celia, una situación de baja presión que está levantando el polvo desde el norte de África e inyectándolo hacia la Península.

Así que si se suma la contaminación habitual en Granada a este fenómeno, los niveles van a subir mucho y pueden conllevar riesgos para la salud de las personas, más en una situación de pandemia por un virus respiratorio como el SARS-CoV-2.