El éxito del Metro granadino está resultando por ahora su principal hándicap y son frecuentes las quejas de usuarios por la saturación de los trenes en hora punta. Ante esta situación, la alternativa que anunció el anterior consejero de Fomento, Felipe López, en septiembre de 2018 fue la compra de dos nuevas unidades más para aumentar la flota y así mejorar las frecuencias y reducir la congestión de los vagones. Una adquisición que sería una realidad en el año 2019.

Sin embargo, no todas las aglomeraciones de los trenes de metro se debían a la masiva afluencia de usuarios: varias de sus unidades quedaron pronto fuera de circulación como consecuencia de accidentes y averías. El actual delegado de Fomento, Antonio Granados, explica que parte del problema residía en que “no existía un contrato para reparar los trenes defectuosos”.

“En Granada había 13 unidades en línea y dos en reserva para sustituciones o, en momentos puntuales, hacer algún tipo de ampliación. Actualmente sólo tenemos 11 funcionando y una más de reserva. Por eso se está ultimando el contrato de mantenimiento para esas tres unidades estropeadas se puedan arreglar”, detalla Granados.

Para Granados la meta sigue siendo bajar la frecuencia pero en vez de comprando, como primera solución, arreglando los convoyes defectuosos que están fuera de servicio ahora mismo. “El objetivo es que en hora punta la frecuencia sea cada ocho minutos porque un medio de transporte atractivo tiene que ser ágil. Y que en la franja de horario valle el tiempo de espera oscile entre 10 y 15 minutos”.

El delegado critica la dejadez del anterior equipo de Fomento. “Todo el transporte público se tiene que arreglar, tiene que tener sus revisiones, es necesario contar con un ingeniero industrial... La gestión del Metro conlleva mucha responsabilidad”.

“Lo que no puede ser, como hizo el anterior consejero, es decir “voy a comprar dos locomotoras más. Y luego lo dejas ahí y te marchas. No te preocupas ni de tener un contrato de mantenimiento en el caso de que las que circulan se averíen. Eso es una irresponsabilidad”, insiste el delegado, quien señala que el contrato de licitación para arreglar las defectuosas está listo.

Según sus previsiones, la recuperación de esas otras unidades es inminente y después se decidirá si se sigue adelante o no con la compra de los otros dos trenes. “A partir de ahí hay que “dimensionar las necesidades que tenemos”.

Sobre la posible ampliación de la actual red de Metro, una petición de gran parte de los municipios del Área Metropolitana, el delegado informa que la cuestión se decidirá dentro de un plan más amplio de estudio de la movilidad. En ese sentido, el Ayuntamiento de Granada ha manifestado públicamente su interés por una línea por el centro de la ciudad mientras que en el POTAUG se habla de una amplia red de Metro por todo el Cinturón.

“Se está analizando en conjunto el problema de la movilidad que hay en Granada”, afirma Granados, quien declara que se barajan varias opciones: “La primera, la de la ampliación del Metro por las Gabias o Churriana. La segunda opción, es la cornisa Sur, Huétor Vega, Monachil, Cájar, Ogíjares... La tercera opción, seguir con el desarrollo de Albolote a Atarfe y terminar en Santa Fe”.

Pero Granados aclara que aún no hay nada decidido. “Se está analizando y estamos valoran medidas alternativas, porque a lo mejor se puede plantear también una vía de Plataforma Reservada de Transporte Público. Lo fundamental es abordar cualquier proyecto con una idea clara del tiempo, la capacidad económica, y capacidad administrativa”.