Granada

Granada coquetea con las despedidas de soltero, un noviazgo con rupturas

  • La capital se convirtió hace más de una década en uno de los altares preferidos para despedir la soltería

Imagen de archivo de una despedida de soltera en Granada.

Imagen de archivo de una despedida de soltera en Granada. / G. H.

Granada ha mantenido durante más de una década una relación de amor más que consolidada con las despedidas de soltero, un matrimonio que empezó a hacer aguas por la oposición del sector hostelero a sus ruidos y molestias pero que coquetea con un resurgir, de momento moderado y con contención tras la pandemia.

El coronavirus y sus restricciones pintaron un 2020 que, en lo nupcial, estuvo marcado por el número de enlaces suspendidos, las bodas aplazadas o los novios que optaron por casarse en la intimidad consentida por las autoridades sanitarias. Y claro, sin boda no hay despedida de soltero.

La nueva normalidad presenta ahora un calendario en el que las bodas se aprietan en los fines de semana disponibles y las despedidas de soltero o soltera buscan reconquistar el amor aplazado.

Granada se convirtió hace más de una década en uno de los altares preferidos para despedir la soltería y, como donde hubo fuego siempre quedan rescoldos, el sector fiestero previo al matrimonio ha puesto de nuevo el ojo en esta capital andaluza.

"Han vuelto desde septiembre, se ven más en las calles del centro, y serán siempre bienvenidas desde la educación y la moderación", ha explicado a Efe el secretario de la Federación de Hostelería y Turismo de Granada, Antonio García.

El recelo a este sector que conlleva pernoctaciones y consumo se acrecentó justo antes de la crisis sanitaria y después de meses en los que crecieron las molestias y las quejas y algunos bares del centro de Granada colgaron carteles anunciando que no servirían a despedidas, una especie de demanda de divorcio apaciguada por la pandemia.

"Una despedida deber ser para pasarlo bien pero sin molestar. Estamos encantados de recibir visitas, pero siempre con contención, cumpliendo las reglas del juego, sin disfraces obscenos y sin afectar al bienestar del resto", ha añadido García.

Granada y las despedidas de soltero están tonteando para retomar su relación, una segunda oportunidad en la que de momento han desaparecido las molestias, los altavoces y los incumplimientos de la Ordenanza de la Convivencia que sirve como herramienta para que esta historia de amor pueda ser eterna.

Fuentes de la Policía Local de Granada han explicado a Efe que este resurgir de las despedidas ha llegado de manera ordenada, sin necesidad de activar dispositivos especiales como en años anteriores.

"Llegamos el viernes para disfrutar de la despedida de soltera de mi cuñada, que ya se casó pero lo teníamos pendiente. Granada es bonita, barata y tiene poco de malafollá", ha explicado a Efe María José Perea, que espera con un puñado de amigas uniformadas su turno para comer en un local del centro. Antes, y sin meter ruido, han disfrutado de una mañana de masaje, baños y paseo turístico, una combinación a la que el sector sí quiere jurarle amor eterno.

El despiporre de ciertas celebraciones provocó en 2018 que los hosteleros reclamaran una regulación municipal que divorciarse de manera definitiva de un turismo de alcohol y molestias. En la nueva normalidad, Granada presume de gastronomía, riqueza monumental, cultura y contrastes que la convierten en la novia perfecta para un matrimonio que no consiente molestias.

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