Municipal

Granada traza el “árbol genealógico” de las señales frente a la masificación

  • El trabajo para realizar un informe de la contaminación visual en el Centro, Albaicín y Realejo avanza y arroja sus primeros resultados

  • Sólo en Plaza Nueva hay más de 30

Granada traza el “árbol genealógico” de las señales frente a la masificación

Granada traza el “árbol genealógico” de las señales frente a la masificación

Dicen que todos los caminos llevan a Roma, pero para eso tienen que estar bien señalizados. ¿Cuántas señales tiene Granada? ¿Están bien conservadas? ¿Cumplen su función informativa? La respuesta no es sencilla y requiere de un análisis una a una. Y ese es el reto que planteó el área de Turismo y Comercio del Ayuntamiento de Granada, que quiere eliminar la masificación de señales en la zona Centro, Albaicín y Realejo para unificarla con las normas europeas y así mejorar la imagen de la ciudad de cara al granadino y al turista.

Este trabajo se encomendó en base a un convenio entre la Agencia Albaicín y la Fundación General Universidad de Granada, a Jerónimo Vida, profesor de física aplicada de la UGR. Un proyecto que comenzó a final del 2019 y que se ha visto también afectado por el estado de alarma ante el coronavirus en su trabajo de campo, que ahora se reanuda con los permisos municipales oportunos.

El proyecto lleva por nombre Informe sobre Contaminación Visual en el Conjunto Histórico de Granada y según Vida es “un reto importante, algo innovador y útil” para lo que se ha acompañado, entre otros, del físico Rubén de la Torre y del ambientólogo Juan Manuel López. Pero también el equipo de Turismo, con Ángela González, técnico de Patrimonio Histórico, y los agentes ADL Virginia, Ana, Victoria y Fernando.

Aunque el proyecto arrancó a final de 2019, en realidad ha sido en enero de este año cuando ha comenzado su actividad en el trabajo de diagnóstico para la descontaminación visual del Centro por culpa de la masificación de las señales.

Porque apenas han analizado varias manzanas (Plaza Nueva, Isabel la Católica y Gran Vía) y ya llevan más de 200 señales identificadas. Sólo en Plaza Nueva, que es un ‘punto negro’ en la ciudad, son unas 30 que señalizan todo tipo de recursos: monumentos, hoteles, aparcamientos,... Y se calcula que se datarán entre 1.000 y 2.000.

Tomando datos Tomando datos

Tomando datos

Según adelanta Vida a este periódico, VisualGrana es el nombre prensado para este trabajo, que culminará con un libro con todas las señales existentes con su análisis y fotografía. “El coronavirus también nos ha afectado y la última salida para analizar las señales la hicimos el 12 de marzo, apenas estuvimos un mes de trabajo de campo, pero esta semana volvemos con un permiso del área de Movilidad y de Turismo para seguir con toa la protección necesaria”, explica. Pero mientras no han estado parados, al contrario, han podido diseñar toda la herramienta de análisis de datos, lo que agilizará la recogida de los mismos.

“Lo que primero hicimos es definir el área, que era el centro, Alhambra, Albaicín y Realejo, que hemos dividido en siete zonas y a su vez en 31 subzonas”, explica. Con esa sectorización, han creado mapas calle por calle y las fichas de análisis de cada señal tanto en su aspecto y tipo como en su impacto visual. Y se han encontrado muchos tipos, por lo que las han dividido en dinámicas (para los vehículos), que son a su vez urbanas o de carretera; estáticas (para la gente), que pueden ser informativas (turísticas, mupins o paneles luminosos), discrecionales o interpretativas (de pie, horizontales o paneles); y contenedores, que de paso también estudian, y que pueden ser soterrados o en superficie.

Se hará una ficha de cada señal con su tipo, finalidad, impacto visual y conservación

Después, de cada una se analiza su impacto tanto intrínseco (su impacto individual) como extrínseco (su impacto en el contexto). “Se valora su limpieza, conservación, estética y funcionalidad en el caso del impacto intrínseco y en el extrínseco, la proximidad, el campo visual cercano y el lejano”, explica Vida. Según la puntuación, el impacto es alto o bajo y por tanto es susceptible de cambio o modificación la señal. También se tendrá en cuenta su ubicación en cada zona, las declaraciones patrimoniales o los planes de protección. No es lo mismo una señal en una calle de la ciudad que en el Albaicín o junto a la Alhambra.

Vida destaca la dificultad de haber elaborado esta herramienta contando además con que no hay estudios previos. “Abrimos camino por lo que estamos haciendo una valoración lo más objetiva posible”, dice. Y destaca que aunque hay muchas señales diferentes, después todas se pueden agrupar en familias porque tienen la misma forma y tamaño. “Todas tienen su árbol genealógico”.

Una de las reuniones para desarrollar el proyecto Una de las reuniones para desarrollar el proyecto

Una de las reuniones para desarrollar el proyecto

Después, se podrán hacer divisiones múltiples de la información: saber el número total, por tipo, por calle, por impacto, por conservación, por indicación... con lo que se dará una completa información para el fin municipal, poder eliminar esa masificación y ordenar las señales para que sean útiles. “Algunas será sólo cambiarlas o moverlas, pero estamos viendo también mucha degradación” con señales pintadas, tapadas o rotas. Como curiosidad los parking, con muchas señales distintas, que se podrían unificar.

La toma de datos y análisis lleva tres partes: identificación, que está hecha, caracterización, que es la fase que empezaron y se paró por la pandemia de toma de datos y fichas individuales, y después la valoración, que se irá a junio y que permitirá definir los indicadores y elaborar un plan de acción. “Una vez hecha la herramienta y recogidos los datos, se hace solo”, explica.

El concejal de Turismo, Manuel Olivares, ve en este proyecto la forma de “colocar a Granada a la cabeza de Europa en señalética ya que los nuevos modelos serán también inteligentes, por lo que será una apuesta por el turismo, por hacer una ciudad bonita y atractiva en base a criterios técnicos que no se vean alterados por criterios políticos”.

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