Granada en la guitarra de Tárrega
ayeryhoy
Contemplando la Alhambra desde el carmen de Nuestra Señora de las Angustias se emocionó Francisco Tárrega, autor del 'Capricho Árabe' y 'Recuerdos de la Alhambra'
El 21 de noviembre, tal día como hoy pero de 1852, nació Francisco Tárrega en el pueblo castellonense de Villarreal. Hace de esto 164 años exactamente. En más de una ocasión manifestó su deseo de visitar nuestra enigmática ciudad andaluza que tanto le sirvió de inspiración, puesto que él venía actuando con su guitarra en el llamado Teatro de la Alhambra, de Madrid. En abril de 1899 vino a Granada para dar un concierto en una visita fugaz. Pero sería en 1908, en plenas fiestas del Corpus granadino, cuando vino de nuevo para una estancia algo más larga. Ya por entonces había compuesto su Capricho Árabe (1889), dedicada al maestro Bretón, y su no menos conocida obra, Recuerdos de la Alhambra (1896), auténtica sinfonía de trémolos y arpegios sólo apta para virtuosos, como Andrés Segovia o Narciso Yepes. Había alcanzado fama nacional e internacional haciendo sonar su guitarra en los mejores teatros de París, Londres, Milán, Roma, por eso en Granada fue recibido con todos los honores y acompañado por dos granadinos ilustres que le sirvieron de divertidos anfitriones, dos amigos de Ángel Ganivet: el guitarrista, además de periodista y escritor costumbrista, Gabriel Ruiz de Almodóvar, y el teniente coronel de ingenieros y también aficionado Gago Palomo que acogió a Tárrega en su carmen de Nuestra Señora de las Angustia. La prensa local reseñaba la noticia, según leemos en el Defensor de Granada del día 18 de junio de 1908. Así decía "Para festejar al insigne artista y tener ocasión de oírlo unidos sus más íntimos amigos, organizó el señor Gago una atractiva fiesta de la amistad y del arte en los encantadores jardines de dicho carmen…".
Venía Tárrega de La Rambla (Córdoba), de pasar una temporada reponiéndose de su enfermedad y fue allí donde conoció al granadino Ruiz de Almodóvar que ejercía de registrador de la propiedad y quien lo invitó a venir a Granada; al día siguiente la Orquesta Sinfónica dirigida por el maestro Arbós daba un concierto en el Palacio de Carlos V y en la plaza de toros granadina lidiaban los toreros de moda: Bombita, Lagartijo y Camará.
Tárrega y Almodóvar tocaron juntos en una velada que sería inolvidable pues, según el periódico, se interpretaron obras de Beethoven, Chopin, Albéniz, etcétera, finalizando con la célebre Serenata andaluza. Decían que Tárrega era capaz de tocar cortos pasajes con solo la mano izquierda sobre el diapasón, mientras se permitía seguir fumando con la derecha. Unos días después, el 27 de junio, se celebró en los jardines de los hoteles de la Alhambra un banquete como homenaje al director de la Orquesta Sinfónica Enrique Fernández Arbós, al que también fue invitado Tárrega, que pudo exhibir su virtuosismo ante unos treinta insignes invitados entre los que se encontraban abogados, médicos, militares, notarios, propietarios, artistas y periodistas. Así lo recogía la prensa del momento.
Prometió Tárrega volver de nuevo a Granada y de hecho se anunció en unos conciertos programados para finales de septiembre del año siguiente, pero debido a su grave enfermedad hubieron de ser suspendidos. Murió el 15 de diciembre de ese mismo año 1909 y aunque enterrado en Barcelona, fue luego trasladado a Castellón, donde se le tiene levantado un monumento público en el Parque Ribalta y otro en la Plaza de l'Alguer de Villarreal.
Vaya hoy desde Granada, en el día de su nacimiento, 21 de noviembre, nuestro recuerdo al gran Francisco Tárrega, aunque sea como justo tributo de agradecimiento, ya que él se acordó de nosotros con su famosa obra, Recuerdos de la Alhambra, tocada por el mundo con su guitarra Leona.
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