Sin precipitaciones

Granada mantendrá una reserva estratégica de agua mientras dure la sequía

  • La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir prevé en su Plan Especial de Sequía aumentar la vigilancia para evitar posibles “detracciones” para riegos

Los Bermejales.

Los Bermejales. / Jesús Jiménez / PS

Sobre los 1.757,19 kilómetros cuadrados de la Hoya de Guadix, el subsistema Cubillas-Colomera de la Vega Alta y Media de Granada y la zona norte de la provincia que forma parte del Sistema de Regulación General –unos 5.400 kilómetros cuadrados– se trazan los límites provinciales de la declaración, comunicada a comienzos de la pasada semana, de situación “excepcional por sequía extraordinaria” por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). En el terreno práctico, es el campo el que se la juega con esta declaración, que llega después de una década “seca” y que es un paso previo a que el Ministerio para la Transición Ecológica determine en un Real Decreto el estado de sequía y fije cómo se articularán las ayudas a quienes, desde ahora, sólo podrán ver agua en sus parcelas si llueve. “Los desembalses que se produzcan serán solo y exclusivamente para el mantenimiento de los caudales ecológicos”, ha determinado la Confederación, que reconoce que hay garantizada agua para consumo humano a corto y medio plazo: dos años.

Además de restringir los riegos “salvo casos excepcionales” el Plan Especial de Sequía diseñad por la CHG fija reservas de agua estratégicas “para su posible movilización en caso de que sea necesario”. El texto, aprobado en 2018, prevé la reducción del agua para suministro al menos un 5%. Para el territorio del subsistema de las Vegas Altas de Granada, Cubillas-Colomera, el mismo plan establece que se podrá “incrementar la aportación al abastecimiento urbano un total de 24 hectómetros cúbicos al año desde los sondeos de la Ronda Sur”. Sobre este punto, Emasagra indica que cuenta “con una batería de catorce pozos” que están “disponibles y preparados para aportar caudal en cualquier momento”. Sin embargo, “no hay previsión alguna de que, por el actual estado de alerta y declaración de sequía por parte de la CHG, tengan que entrar en funcionamiento en los próximos meses, dado que el suministro está plenamente garantizado. No obstante, como ha ocurrido otras veces, en caso de agravarse la situación, estos pozos aseguran y refuerzan el abastecimiento a la población”. Las mismas fuentes destacan Granada capital y su entorno están “en situación de alerta, que significa que se encuentra en un escalón previo, ya que pese a la escasez de lluvias, los embalses de Canales y Quéntar mantienen unos niveles de capacidad aceptable”. En situación de alerta están también la Vega Baja y Bermejales.

El Plan al que remite la CHG tras la declaración de sequía de la pasada semana dispone la reserva de 400 hectómetros cúbicos para el abastecimiento en el conjunto de los embalses gestionados por el organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. También se formaliza la reserva de otros 100 hectómetros cúbicos “para situaciones de emergencia con el objetivo de evitar una perdida permanente de cultivo, para aquellos cultivos vulnerables”. Esto supone prácticamente que no se puede disponer de una cuarta parte de las reservas totales que la CHG tiene en Andalucía, algo más de 2.135,7 hectómetros cúbicos , según el Sistema Automático de Información Hidrológica de la cuenca.

El Plan de Sequía cuenta con otras medidas para intentar evitar que se pierda una gota de agua. Así, se indica que se solicitará a la Comisaría de Aguas y al Servicio de Explotación de los embalses de las unidades y subsistemas a los que afecta la declaración de sequía “mantenga especial vigilancia a detracciones de caudal par riegos”. En el caso de la Vega Alta, se determina la necesidad de “incremento del control” de los caudales del manantial de Deifontes. También se apunta a la posibilidad de “reducir dotaciones” de riegos que no estén regulados y subterráneos con el fin de mantener “una reserva estratégica” de agua.

Al seguimiento constante del estado de los embalses le acompañará, según refleja el documento, una “intensificación de las campañas de educación y concienciación del ahorro”, además de ordenar un volumen mínimo para los embalses de los territorios que estén bajo la declaración de emergencia. Así Francisco Abellán debe tener un volumen superior a dos hectómetros cúbicos, Cubillas y Colomera seis, y otros seis en el de San Clemente.

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