Granada mantendrá esta Semana Santa el toque de queda a las 23:00 horas y el resto de horarios y restricciones que hay ya había establecido previamente la Junta de Andalucía. El Gobierno y las Comunidades Autónomas han descartado el posible adelanto del encierro a las 20:00 horas, como se había difundido a lo largo de la jornada ante el avance de la pandemia.

La provincia de Granada ha registrado hoy, a las puertas de las vacaciones de Semana Santa, unos datos que empiezan a ser preocupantes por el aumento de contagios y hospitalizaciones. Pero las medidas establecidas hace menos de una semana, que mantienen el cierre de las provincias mientras se flexibilizan los horarios, van a mantenerse por el momento. 

En el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, el Gobierno y las Comunidades Autónomas, incluida Andalucía, han acordado mantener el documento de restricciones para Semana Santa y no aplicar ninguna nueva medida sobre los horarios del toque de queda ni de cierre de actividad no esencial.

A lo largo del día, se había filtrado el interés de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, por rebajar a las 20:00 el horario de toque de queda y para ello se habría puesto en contacto con algunos consejeros de Salud de distintas Comunidades Autónomas. El presidente andaluz, Juanma Moreno, se manifestó contrario a esta idea y por la mañana avanzó su oposición. 

La ministra de Sanidad, Carolina Darias.

Sin embargo, en el Consejo Interterritorial de esta tarde no se ha acordado incluir ninguna nueva medida sobre horarios en lo referido al toque de queda y a la actividad no esencial. El documento que se acordó hace unas semanas establecía las 23.00 como la hora límite para el toque de queda en estas fechas.

De hecho, en la reunión de este miércoles ha estado presente el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha señalado a las autonomías la necesidad de controlar las medidas que se desprenden de este documento compartido de actuaciones en la Semana Santa.

Además, ha habido varias CCAA que han pedido un control exhaustivo de las fronteras tras las críticas al Gobierno por permitir el turismo extranjero pero no la movilidad entre distintas autonomías. Aquí, Marlaska ha defendido el control que ya existe en los aeropuertos.