Granada es nombre de mujer

DERIVA el nombre granada del latín granatus, fruta con granos; y del color rojo que éstos tienen puede venir lo de granate. No se olvidó la diosa Ceres de llenar su cuerno de la abundancia con muchas frutas, pero puso en lo alto las granadas. Es un nombre bonito y tiene una etimología noble. Sin embargo es curioso que en Granada no haya mujeres que lleven ese nombre de pila, cuando Nuestra Señora de la Granada es una virgen venerada en numerosos pueblos de Andalucía y Extremadura. Sí se conoce como apellido, pero a ninguna granadina la llegaron a bautizar con ese llamativo nombre, que yo sepa.

Dicen que la primera Virgen de la Granada que vino a la ciudad era la Virgen de la Antigua que se conserva en un bonito altar barroco de nuestra Catedral. Se trata de una escultura de estilo gótico de la Madre con su Niño Jesús en los brazos, en cuya mano la Reina Isabel quiso colocar una granada como símbolo de la conquista de la ciudad; sabido es que la granada significa también paz y unión; en este caso unión de todos los reinos, incluido el nazarita; a partir de ahí figura la granadita no sólo en el escudo de la ciudad sino también en el de España.

Sería entonces la patrona de la ciudad la Virgen de la Antigua, a la que tal vez, según algunos, han podido confundir con Angustias. Pero la tradición hay que respetarla y la devoción a la tabla de la Virgen de las Angustias del pintor de la Reina Francisco Chacón ha creado una fundada tradición.

Vírgenes de la Granada

La Virgen de la Granada cuenta con una noble solera cristiana a lo largo de la Historia del Arte desde que fue representada por pintores del renacimiento italiano como Filippo Lippi, Botticelli o Rafael. Los Duques de Alba poseen en su palacio de Liria una Virgen de la Granada de Fra Angélico comprada en Florencia; en la National Gallery de Washington se conserva una Virgen de la Granada de Leonardo da Vinci, conocida como Virgen Dreyfuss, y otra de Giovanni Bellini en la de Londres. Y viniéndonos a tiempos más modernos baste citar la dramática Virgen de la Granada que esculpió Nag Arnoldi en el siglo XX.

Pero es que además son numerosos los pueblos andaluces en los que se venera la advocación de Nuestra Señora de la Granada, así llamada por llevar en su mano esta fruta tan representativa de la fe, la unidad, la fecundidad y la solidaridad. Tal vez esa estructura de granos unidos que presenta el fruto esté en el origen de su simbología; aunque algunos han relacionado el color sangre de sus granos con la pasión y muerte en la cruz que esperaba al Niño Jesús.

En la Capilla de Scalas de la Catedral de Sevilla se conserva un precioso altorrelieve de la Virgen de la Granada del florentino del siglo XV Andrea della Robbia. Y vírgenes con esta denominación las encontramos en Guillena, en la Granada de Río Tinto, Moguer, Benacazón, Puebla del Río, Osuna, Llerena, Fuente de Cantos y sabe Dios en cuántos sitios más.

Se adornan nuestras mujeres con preciosos nombres de flores como Rosa o Margarita; de bellos paisajes naturales como Estrella, Valle, Mar o Cielo; de preciosas piedras como Esmeralda o Gema; de nobles virtudes como Fe o Esperanza, pero no conozco a ninguna que lleve nombre de fruta; y no sonaría mal Granada, aunque dudo mucho que alguien le vaya a poner a su hija Melón o Banana.