Granada retoma la lucha contra los luminosos tras 12 años de advertencias

Desde 2004 deberían haber desaparecido todos los carteles en banderola del centro Los trabajos seguirán ahora en Puerta Real

A. González Vera Granada

19 de febrero 2016 - 01:00

Los letreros luminosos en banderola que lucen muchos de los comercios del centro deberían haber pasado a la historia en el año 2004. Pero ahí siguen. Doce años después el Ayuntamiento de Granada sigue su lucha por unificar la imagen de un enclave histórico y cultural que es escaparate turístico de la ciudad.

El Plan Especial de protección del centro establece una serie de normas relativas a los rótulos, luminosos, banderolas, toldos y marquesinas de los establecimientos comerciales ubicados en edificios de la zona centro. Dichas normas son de obligado cumplimiento desde su entrada en vigor (año 2002) para las nuevas instalaciones. En el caso de los comercios antiguos se les dio un plazo de adaptación de dos años que, por tanto, terminaba en 2004. Pero los incumplimientos son reiterados llegando incluso algunos casos hasta los juzgados.

Con la intención de volver a restituir el orden perturbado el Ayuntamiento acomete varias campañas integrales en las zonas de mayor saturación. Estos años atrás se ha actuado en Gran Vía, Reyes Católicos, Mesones, Ganivet, Alhóndiga y San Antón. Ahora, el Ayuntamiento anuncia que comienza la campaña en Puerta Real, una de las zonas de mayor saturación de cartelería dentro del distrito.

Antes de comenzar a abrir expedientes sancionadores, los técnicos del área de Medio Ambiente han comenzado a visitar los negocios dando información a los propietarios de la necesidad de que adapten su publicidad exterior a las normas que estableció el plan centro. Telesfora Ruiz, concejal del área de Medio Ambiente, reconoce que en la mayoría de los casos esta información propicia de inmediato la adaptación antes de que se inicie el expediente sancionador. "En el 90% de los casos los propietarios acceden de buen grado a cumplir con la normativa", argumenta la concejal, quien apunta que en el caso de Puerta Real la mayoría de los negocios incumplen la norma.

Durante los últimos años el Ayuntamiento había relajado la campaña, teniendo en cuenta que cada vez que se comienza la inspección en una calle se pueden abrir del orden de cien expedientes, la tarea requiere al menos a un técnico dedicado íntegramente a esta labor. Para los negocios que se nieguen a cumplir con la normativa se prevén sanciones de 300 euros. La cuantía no es muy elevada pero el propietario del negocio está obligado sí o sí a adaptar el luminoso a la ley. La normativa afecta también a las farmacias, que tendrán que tener una cruz unificada pegada a la fachada sin luces parpadeantes, ni mensajes comerciales ni indicadores de temperatura ni hora. Tendrán unas dimensiones de 40 por 40 centímetros con un brazo extensible que solo podrá estar en banderola cuando esté de guardia.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último